Sostuvo que antes de su llegada, los empresarios pesqueros estaban acostumbrados a tomar decisiones propias del ministerio.Grave denuncia,A días de dejar el Ministerio de Producción, Gladys Triveño no se quedó callada y habló sobre su salida del gabinete y los factores que habrían llevado al presidente de la República, Ollanta Humala, a optar por su alejamiento. Triveño contó a IDL – Reporteros que el mismo lunes 24 de febrero se enteró que no iba a continuar al frente de la cartera de la Producción. El encargado de comunicarle esta decisión fue el propio Humala Tasso, quien argumento que su salida pasaba por una necesidad de refrescar el gabinete. Pese a su salida, afirmó que el primer mandatario se comprometió ante ella a continuar con el cuestionado ordenamiento pesquero, que la llevó a ser atacada, presionada y resistida por importantes empresarios del sector. “Cuando el Presidente me comunicó que salía del gabinete me dijo que no se iba a dar marcha atrás y tengo que confiar que va a ser así. Antes ya había conversado con él sobre las presiones (…) porque esto ha sido una campaña de casi 23 meses que primero se inició con avisos en los medios, luego pasó a la contratación de voceros de toda clase”, apuntó. Precisamente, tras la conformación de portavoces y asesores con intereses puntuales, Triveño refirió que siguió una etapa en la que “se buscó influenciar con editoriales”. La ahora exministra refiere que en lo que va del año, alrededor de una decena de artículos de opinión fue publicada por una misma casa editorial. “Sólo en el 2014 hubo 10 artículos, entre editoriales y columnas de opinión, dirigidos a cuestionar el ordenamiento pesquero con data imprecisa entregada por la Sociedad Nacional de Pesquería. [¿Se refiere a las editoriales y artículos del Grupo El Comercio?] Sí, le había comunicado al Presidente que iban a venir más ataques. Conversamos a principios de enero antes del comunicado de Confiep”, expresó. Triveño Chan Jan recordó que tras el ingreso de la exministra de Producción, Elena Conterno, a la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) como vocera, el gremio se expresaba mediante comunicados de prensa o avisos contratados. Sin embargo, la cosa cambió a las pocas semanas. “Pero luego empezaron a sacar editoriales. Fritz Du Bois (director de El Comercio), tendría que decir: Yo he sido director de Austral (importante empresa pesquera) y mi esposa Cayetana Aljovín es gerente general de la agencia de comunicación (Llorente&Cuenca) que maneja la cuenta de la SNP”, indicó. Consideró que antes de su llegada a la cartera, los gremios empresariales del sector se habían encargado de tomar las decisiones del ministerio. Sin embargo, con el nuevo ordenamiento, grupos se sintieron incómodos, ante una situación en la que perdían ese poder del que se jactaban. “No hemos dado concesiones políticas como ellos están acostumbrados. La mejor evidencia es la ley de cuotas, que les regaló las cuotas de pesca. Esas cuotas que valieron 67 millones de dólares por punto porcentual y por las que ahora están ofreciendo 80 millones de dólares. Si el ordenamiento fuera una porquería, esos inversionistas no vendrían al país”, dijo. En el grupo de voceros o asesores comunicaciones contratados por los grupos pesqueros, la exministra recuerda a dos en especial, Roberto Vieira, presidente del Frente de Defensa de la Pesca, y Aurelio Loret de Mola, quien tiene vínculos con la SNP. “Los pescadores artesanales no tienen la misma plataforma que tienen las empresas que contratan a sicarios comunicacionales como el señor Roberto Vieira. Nadie se ha puesto a investigar qué intereses representa. Otro sicario era Aurelio Loret de Mola que me dijo corrupta, ignorante, de todo”, reveló. En otro momento, expresó su incomodidad aquella oportunidad, en junio del 2013, en la que fue interpelada por el Congreso y en donde las preguntas hacia ella provenían de la bancada de Fuerza Popular, que tendría congresistas que defienden los intereses de algunos sectores pesqueros. “Así como se decía que había una ‘narcobancada’, también había una ‘pescabancada’. Fue la interpelación más larga de la República, defendimos noventa preguntas durante 17 horas contra una bancada que tenía claros intereses, que había tenido alguna vinculación con las empresas o había recibido dinero para sus campañas políticas de la propia SNP”, sostuvo. Lee la entrevista completa, haz clic aquí.