Operación Limpieza. Ex jefe del batallón "Lince 7" afirma que los mandos militares dieron las órdenes, presenciaron y participaron en la eliminación sistemática de detenidos durante los años de la lucha antisubversiva. El próximo 27 de diciembre los congresistas que entrevistaron a Telmo Hurtado en 1985 declararán en el juicio que se ventila en su contra por la matanza de Accomarca.,Telmo Hurtado acusa a ex jefes militares de participar en matanzas de campesinos,César Romero. Telmo Hurtado Hurtado tenía 23 años y el grado de subteniente del Ejército cuando el 14 de agosto de 1985 se convirtió en el "Carnicero de los Andes", al comandar la patrulla "Lince 7" que mató a 23 niños, 30 mujeres y 16 varones, en la localidad ayacuchana de Accomarca. Los motivos del crimen no están claros hasta hoy. La versión oficial dice que durante el desarrollo del "Plan Operativo Militar Huancayoc" el subteniente Hurtado perdió la cordura y mató a los pobladores sin motivo aparente. En 1985, ante una Comisión Investigadora del Congreso, Hurtado se declaró único culpable y aseguró que los mató porque eran terroristas. "Ustedes no viven las acciones de guerra que nosotros vivimos acá. Uno no se puede confiar de una mujer, un anciano o un niño (…) los comienzan a adoctrinar desde los dos años, tres años, llevando cosas (…). A nosotros no nos agrada, pero tenemos que cumplir para darles un mejor gobierno (...). Nosotros tenemos que realizar esas cosas por ustedes", les dijo a los congresistas. Luego, Hurtado desapareció de la escena pública, aunque pese a la "pérdida de la cordura" siguió en el Ejército hasta el año 2000. Llegó a ascender hasta el grado de mayor. En 1992 el fuero privativo militar lo condenó a seis años de prisión por negligencia, supuestamente por matar sin autorización y conocimiento de sus jefes. Fue absuelto de homicidio, pese a lo cual en 1995 se acogió a la ley de amnistía para los violadores de derechos humanos. Acto de Limpieza Ahora, con 50 años de edad y retirado del Ejército, Hurtado comparece en el juicio que la Sala Penal Nacional realiza desde el 4 de noviembre del 2010 por la matanza de Accomarca. Allí decidió corregir su versión de los hechos, mostrar una verdad que lo enfrenta a sus ex jefes y ex compañeros de armas. Hurtado se ha convertido en el primer y único oficial del Ejército, hasta ahora, en reconocer ante un tribunal que en la lucha antiterrorista se cometían sistemáticas ejecuciones extrajudiciales por orden de sus jefes superiores: el Comando Político Militar de Huamanga. Estos, además, participaron directamente en las ejecuciones. Pero Hurtado no llegó voluntariamente a este juicio. El año 2000, tras ser dado de baja en el Ejército, se refugió en Miami. Allí fue localizado en 2007. Luego de una larga batalla legal, que se definió en la Suprema Corte de Estados Unidos, el 2011 se decidió su extradición al Perú. En julio del mismo año Hurtado llegó extraditado a Lima y compareció por primera vez ante el tribunal que preside el juez superior Ricardo Brousset. En esta instancia rechazó la acusación fiscal, por lo que se creyó que sostendría la versión de 1985 y clamaría inocencia. "No estoy de acuerdo con los hechos que describe la acusación, ni con la pena que se solicita (25 años de cárcel)", respondió Hurtado a los jueces. Pero en abril de este año empezó a declarar y confrontarse con sus jefes y compañeros. La historia del juicio cambió. Hurtado reconoció que mató a 31 personas en Accomarca, incluido el guía Filomeno Chuchón Ticse, alias 'camarada Genaro', por orden de sus jefes: el oficial de Inteligencia César Martínez Uribe Restrepo y el jefe político militar de Ayacucho, Wilfredo Mori Orzo. Según su nueva versión, la matanza fue organizada por el comando político militar de Ayacucho, como una operación de limpieza de terroristas en una zona roja. "La operación consistió en eliminar la base de apoyo o grupo senderista que había allí. (...) El guía sindicó a todos como terroristas, lo mismo que las investigaciones que señalaban que era una zona roja", testimonió Hurtado. Cuando la matanza fue revelada por la prensa, Hurtado recibió una orden: hacerse "el loco" ante la Comisión del Congreso para salvar a sus jefes. Un mes después, en setiembre de 1985, se reunió con el general Mori Orzo y éste lo mandó de regreso para hacer una "limpieza" y desaparecer a los testigos. Su relato sobre la matanza de Accomarca fue desapasionado, sin un ápice de arrepentimiento. "Yo entré, eliminé y me retiré de Accomarca; esa fue mi misión". Al entrar al poblado, recordó Hurtado, reunió a los pobladores y los hizo formar en fila de a tres. "Vi dos o tres niños", anotó. Luego, ordenó a los soldados disparar. Todos obedecieron. Luego él hizo estallar una granada de guerra sobre los cuerpos como parte del procedimiento regular. "Allí no se mató al guía porque no era el momento". Cuando se retiraban, sorprendieron a cinco pobladores en plena huida y les dispararon por la espalda. Tú también mataste Sobre el resto de víctimas, Hurtado dijo que tendría que responder el teniente Juan Rivera Rondón. "Al salir del lugar escuché más disparos y explosiones sobre los que deben responder los otros jefes de patrulla", indicó. Rivera y los otros militares que participaron en el operativo habían declarado antes que Hurtado fuera extraditado. Lo habían culpado de todo, decían que al llegar a Accomarca solo encontraron cadáveres calcinados. Pero en la confrontación con sus jefes y compañeros, para aclarar las diferentes versiones, Hurtado los acusó de la matanza en Accomarca y de otros crímenes. "Yo soy responsable de la muerte de 31 personas; tú debes haber matado al resto, tú quemaste sus casas. Los dos participamos en el operativo", le enrostró Hurtado a Rivera Rondón. Mientras que al general Mori le increpó: "Ya es tiempo, general Mori, de que acepte su responsabilidad de las cosas que sucedieron, los oficiales lo ordenaron y lo permitieron. Ud. tiene que amarrarse los pantalones porque en su unidad permitió procedimientos ilegales, las cosas se realizaban porque Ud. lo ordenó". "Yo no tengo nada que inventar. Usualmente, Ud. y los mandos superiores falseaban información sobre los capturados y eliminados. Apenas informaban el 10% de las bajas", reveló Hurtado. La respuesta de Mori fue frontal: "Ud. denigra a las Fuerzas Armadas. Ud. qué puede saber de las directivas si apenas era un subalterno". Pero Hurtado insistió en que durante la guerra antisubversiva hubo ejecuciones extrajudiciales por indicación expresa, y con la participación, del Estado Mayor del Frente Militar de Huamanga. Reveló que en julio de 1985 el jefe de Estado Mayor Operativo de la II División de Infantería, Nelson Gonzales Feria, ordenó ejecutar a 15 detenidos en el campo de tiro del cuartel Los Cabitos. "Usted, a sangre fría, fue quien iba de zanja en zanja, eliminando a esas 15 personas detenidas. Me sorprende su cinismo y se lo digo en su cara, yo vi cuando usted disparó", afirmó Hurtado cuando tuvo al frente al general (r) EP Nelson Gonzales. Otro de los oficiales a los que acusó es el general José Cabrejos Samamé, autor del libro La verdad sobre Accomarca. "Él (Cabrejos Samamé) estaba parado detrás mío con los brazos cruzados, observando a las personas que estaban haciendo esas ejecuciones (en el cuartel Los Cabitos)", declaró Hurtado. Telmo Hurtado ha sido implacable con sus ex jefes y ex compañeros de armas. A unos los acusa de ordenar los asesinatos, y a otros, al igual que él, de cumplir esas órdenes sin ninguna objeción. El juicio está en la etapa de declaración de testigos y sobrevivientes. En los próximos días debe declarar el congresista Javier Diez Canseco, uno de los que entrevistaron a Hurtado en 1985. Se espera que para mediados del 2013 se dicte sentencia y se sancione a los autores de la matanza. La declaración de Hurtado es muy importante para el juicio "Las declaraciones de Telmo Hurtado son muy importantes para esclarecer la matanza y sancionar a los responsables. Lo que él dice demuestra que no fue un hecho aislado, sino un patrón sistemático y generalizado de ejecuciones extrajudiciales. Los jefes militares dicen que el objetivo era destruir y capturar, pero es claro que la consigna era eliminar. Antes, el joven Hurtado solo pensó en salvar la institución militar y ahora, con 50 años, buscar salvar en algo la honorabilidad de su familia", señala el fiscal superior de este caso, Luis Landa Burgos. La Comisión de la Verdad y Reconciliación estableció que al amanecer del 14 de agosto de 1985, 25 efectivos de las patrullas del subteniente Telmo Hurtado y la del teniente Juan Rivera Rondón reunieron a 62 comuneros. A los hombres los encerraron en la casa de Cipriano Gamboa, a las mujeres en la casa de César Gamboa y a los 23 niños en la casa de Rufina de La Cruz. Después, mataron a todos. En cifras 25 años de cárcel pide la fiscalía para Telmo Hurtado. 25 meses y dos semanas dura hasta hoy el juicio por la matanza de Accomarca. Terminaría a mediados del 2013.