Gutiérrez aseguró en marzo que llegaría a obtener un millón de firmas para revocar a Villarán. Quedó lejos de eso.Fiasco., Gabriel Mazzei. "Si Alfonso Barrantes estuviera con vida habría firmado el planillón de la revocatoria con todo gusto”, fue la atrevida frase de Marco Tulio Gutiérrez , tras adquirir el kit electoral en la Oficina Nacional de Procesos Electorales ( ONPE ). Envalentonado, Gutiérrez llegó ese 2 de enero con la idea de recolectar 400 mil firmas necesarias para cumplir con una complicada meta: revocar a la alcaldesa de Lima, Susana Villarán . Hoy, vencido el plazo para acreditar el número de firmas necesarias ante la ONPE , el promotor mediático de la revocatoria insiste en que no es así, amparándose según él en que " faltan 90 días ", pese a que el Jurado Electoral ha sido contundente: el plazo ya venció. Pero en el transcurso de estos casi cinco meses, surgió una serie de entretelones. El ex alcalde capitalino Luis Castañeda Lossio y el tachado aspirante a ese cargo durante las últimas elecciones Alex Kouri , se adherían al pedido promocionado de Gutiérrez. Luego, y pese a que el Comité Pro Revocatoria empezó a sufrir bajas por desacuerdos en su interior, Gutiérrez anunciaba que en marzo presentaría 520 mil firmas, 120 mil más de las que se requieren para lograr la revocatoria. Incluso a fines de marzo afirmó que podría tener hasta un millón de rúbricas. Lo peor vino después de publicarse los audios que revelaban las verdaderas intenciones de Gutiérrez para revocar a Villarán : promocionar a su instituto. Ahí se conoció al promotor legal de la revocatoria: Carlos Vidal Vidal , financista del proceso. El 4 de abril, Gutiérrez y su comité presentaron 406 mil firmas ante el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil ( Reniec ). Fueron rechazadas por aparecer entre ellas un sinnúmero de rúbricas duplicadas, triplicadas y hasta quintuplicadas. Entonces solo se validaron 196 mil 249 firmas. Tratando de hacer gala de solvencia, el jueves presentó 250 mil firmas , pero de ellas apenas 126 mil 448 firmas pasaron a la segunda etapa, en la que se cotejarán las firmas de los planillones con las registradas en la base del Reniec . Poco número para el anunciado millón de rúbricas que aseguró Gutiérrez, allá por marzo. Pese a ello, ayer mencionó que iba a pedir al Reniec un registro de firma por firma de los planillones que presentaron. Si Alfonso Barrantes viviera... ENFOQUE Podría haber falsificación de firmas Julio César Castiglioni Analista Sobre la presunta falsificación de firmas o errores presentados en los planillones, se tendría que comprobar si hubo delito contra la fe pública, en la modalidad de falsedad ideológica. Esto es consignar hechos falsos, como las firmas en un documento público. La pena es de cuatro años. El otro delito que se estaría cometiendo es el de fraude procesal en procedimientos administrativos: cuando se pretende inducir a error a la autoridad para que resuelva de una cierta manera. La pena es de cuatro años también. Pero el Ministerio Público tiene que hacer la investigación y es quien debe tipificar adecuadamente el delito, así Fuerza Social se haya equivocado en la formulación de la denuncia. De comprobarse esos delitos, se podría hablar de firmas falsas y realizarse el proceso.