Textual El creador del avión espía .....La República logró ubicar y conversar con el coronel FAP Luis San Martín Escobar, autor y responsable del secreto "Proyecto Canguro". Oficial especializado en ingeniería electrónica, ganó en 1997 el premio a la calidad e innovación de la Fuerza Aérea por el "Proyecto Canguro". Su ingenio inventivo lo hizo acreedor a diversas condecoraciones. El hecho de que su labor coincidiera con la gestión de Jorge Elesván Bello en la Dirección de Inteligencia de la FAP determinó que fuera pasado al retiro. He aquí el diálogo. -¿Cuándo nace el "Proyecto Canguro"? -En junio de 1996 empezamos a trabajar en el campo de inteligencia de señales en plataformas aéreas. Teníamos algunos equipos cuya productividad podía ser optimizada y dado que la comunicación de señales electromagnéticas es mejor en altura que en tierra, se optó por instalar esos equipos en un avión. Chile había dado el primer paso en 1992. Ecuador lo hizo también al comprar de los israelíes un avión espía pero más pequeño. -¿Por qué un avión espía? -Permite conocer el desplazamiento de armas del enemigo. A través de las comunicaciones podemos conocer el grado de entrenamiento de sus pilotos u operadores, sus tácticas, maniobras y centros de comunicación. -¿Por qué no se ideó antes si era imprescindible? -Su aplicación anterior pudo haber salvado a más de uno de nuestros tripulantes que fallecieron durante el conflicto del Cenepa. Si hubiéramos captado oportunamente las comunicaciones entre el director de interceptación ecuatoriano y sus pilotos, se habría evitado que uno de los nuestros sea objetivo fácil. -¿Qué tipo de acciones realizaron? -Tomando sólo inteligencia de comunicaciones (COMINT), logramos efectuar un vuelo en frontera y excitar a los radio-operadores. Por la forma como reaccionaron, pudimos estudiar su capacidad de reacción. Al comunicarse entre ellos, nosotros ubicamos la nueva posición de nuevos radares, confirmando la información que procedía de otras fuentes de inteligencia. -¿Por qué no continuó este proyecto? -El proyecto se estancó a fines de 1998 porque el avión Antonov que usamos pasó el límite de calendario y nosotros teníamos la esperanza de que la FAP le asigne presupuesto para reacondicionarlo pero no fue así. En el 2000 fui enviado a la Escuela de Inteligencia y estuve obligado a abandonar el proyecto y dedicarme a la parte docente. -¿Acaso se disminuyó el interés luego del acuerdo de paz? -No se entendió claramente la necesidad de que este sistema de inteligencia debía funcionar obligatoriamente incluso en tiempo de paz. Durante un conflicto, es difícil recolectar información a través de este tipo de avión. Sin embargo, en tiempo de paz, pueden capitalizarse todos los errores que pueda cometer el posible enemigo para saber de antemano con quiénes podríamos enfrentarnos. Por MIGUEL GUTIÉRREZ R. Unidad de Investigación ¿Sabía usted que Perú tuvo un proyecto de avión inteligente ideado por un grupo de militares expertos en la materia, que por desidia y falta de perspectiva de los altos mandos, se abandonó completamente hace tres años? La creación está contenida en el denominado "Proyecto Canguro", uno de los secretos mejor guardados, al que La República tuvo acceso por excepción. Se trata de un documento en el que se revela al detalle el diseño de un avión adaptado a labores de inteligencia en gran escala. Los responsables de la ejecución del proyecto partieron de la necesidad de construir una especie de avión espía que facilitara las labores de inteligencia ante un inminente conflicto externo. El "Proyecto Canguro" consistía básicamente en la implementación de un potente equipo rastreador con capacidad para identificar las comunicaciones utilizadas por el enemigo. Nace el proyecto En febrero de 1995, el conflicto con Ecuador puso al descubierto unas fuerzas armadas con deficiente preparación, en particular demostró que los sistemas de inteligencia fueron incapaces de detectar las primeras maniobras ecuatorianas. La Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea del Perú (DIFAP) propuso entonces a la comandancia general que la mejor forma de recoger información del enemigo era desde el aire y que para ello era de vital importancia contar con un avión que dispusiera de esa tecnología. En ese momento, países limítrofes como Chile y Ecuador mismo tenían sus propios aviones espías lo que ponía al Perú en gran desventaja. En un primer momento, la FAP buscó compañías que desarrollaran equipos de comunicaciones y electrónicos, y comparó costos. Se solicitó proformas a la Israel Aircraft Industries (AIA), la misma compañía israelí que preparó el avión espía chileno, conocido como "Cóndor". La propuesta de esa firma fue rechazada porque solamente el diseño, adaptación y capacitación de un solo equipo del sistema de Inteligencia (SIGINT) sobrepasaba los 11 millones de dólares. Creación heroica Ante la negativa de los mandos, alegando una supuesta estrechez de presupuesto para el sector Defensa, un grupo de militares innovadores dentro de la DIFAP (Dirección de Inteligencia de la Fuerza Aérea) planteó una segunda alternativa. Esta consistía en desarrollar esa misma tecnología con "equipos accesorios de la misma institución o comerciales", acompañado, claro está, de mucha imaginación. ¿Cuánto demandaría a la institución castrense la implementación de un avión inteligente realizado por sus propios hombres? 150 mil dólares. Nada más. En una reunión celebrada en estricta reserva, el 7 de junio, en la Comandancia General de la FAP, el teniente general Waldo Richter Cruz, dio visto bueno a la propuesta. Inmediatamente, cuatro oficiales y siete suboficiales, integrantes del "Proyecto Canguro", instalaron su pequeña base de operaciones en un taller en el Grupo Aéreo No. 8 del Callao. Objetivo: construir el primer avión inteligente peruano. A causa de la intensa guerra de espionaje que se libraba con el vecino del norte, los detalles del desarrollo del plan solamente eran conocidos por el teniente general Waldo Richter y el jefe de la Dirección de Inteligencia general FAP Elesván Bello Vásquez. Listo para espiar Para llevar a cabo el plan se utilizó un Antonov AN-32. Sobre esta nave de fabricación rusa, se instalaría la primera plataforma de inteligencia de señales (SIGINT) de la FAP. En la primera etapa, los responsables de la misión hicieron un estudio detallado sobre el diseño de los equipos de inteligencia que debería ser adaptado al avión ruso. Día y noche y por varios meses, el grupo trabajaría para convertir equipos comerciales y materiales casi inservibles en importantes herramientas. En el mercado local, los militares adquirieron material y accesorios de metal, componentes especiales y acústicos. Se restauraron y rehabilitaron asientos de aeronaves dadas de baja, que estaban en el cementerio aeronáutico del Callao. Para implementar el sistema de comunicaciones (COMINT), se rehabilitaron antenas de aplicación aeronáutica procedentes de aeronaves siniestradas. De igual modo se procedió con equipos de inteligencia de comunicaciones (COMINT) que podían encontrarse en cualquier tienda comercial. Para desarrollar el sistema Data Link, se adecuaron equipos y accesorios comerciales de bajo costo, y se habilitó un canal de comunicación radial de voz y de datos. Al cabo de ocho meses, el componente del "Proyecto Canguro" estaba listo para ser puesto en operatividad. La aeronave fue transportada al Grupo Aéreo No. 7 en Talara para que operara desde ese punto. Durante los seis primeros meses, la nave inteligente peruana realizó 15 misiones, cada misión de diez vuelos nocturnos y diurnos, y cada vuelo con más de seis horas de navegación. Proyecto olvidado La información que se obtuvo fue calificada de altamente secreta y valiosa, y fue aprovechada útilmente por los entonces responsables de la Seguridad Nacional. El avión espía operó exitosamente durante tres años y la información recogida y distribuida a todos los órganos de inteligencia demostró la necesidad de una continuidad para la defensa estratégica del país. El "Proyecto Canguro", sin embargo, tuvo corta vida. Una vez firmado el acuerdo de Paz el 26 de octubre de 1998, la cúpula militar canceló las operaciones de vuelo del avión espía y el grupo de oficiales fue cambiado a otras unidades. El avión completó su calendario de vuelo y fue abandonado a su suerte sin ser repotenciado, mientras que los equipos de inteligencia fueron abandonados en un taller del Grupo Aéreo No. 8. de la FAP en el Callao. La contraparte chilena: El Cóndor -El "Proyecto Canguro" nació en réplica al "Proyecto Cóndor", avión de espionaje de la Fuerza Aérea Chilena, construido en 1992. -El Canguro fue un proyecto propio. En cambio, Chile requirió de la Israeli Industries Aircraft (IAI), compañía israelí especializada en acondicionar equipos de inteligencia para naves Boeing. -Desplegar la ingeniería israelí en su aeronave le costó a Chile 50 millones de dólares, y los equipos, instalación y capacitación otros cien millones de dólares. -Israel llamó a este tipo de avión "Phalcon", en tanto Chile lo bautizó "Cóndor". Posee un sistema centralizado para la administración de los combates aéreos y un sofisticado sistema de IFF que permite distinguir aviones amigos o enemigos. -El corazón del sistema "Cóndor" es el Radar Elta, de los cuales el avión chileno posee tres: dos ubicados a cada lado del fuselaje delantero y uno en una bulbosa nariz. Sus computadores pueden rastrear hasta 100 aviones a la vez. -En 1996, el "Cóndor" fue usado para monitorear las pruebas nucleares francesas en el Pacífico. Es capaz de recolectar información de sus países vecinos hasta una distancia de 400 mil kilómetros, sin necesidad de ingresar al espacio aéreo de otro país. Para la guerra y la paz Dentro de las ramas de la inteligencia moderna, la Signal Inteligence o inteligencia de señales (SIGINT) es una poderosa arma que combina los campos de las comunicaciones y la electrónica. Una plataforma aérea SIGINT instalada en el avión Antonov peruano permitió obtener información vital como por ejemplo el despliegue de las fuerzas enemigas, concentración de tropas, fuerzas navales, unidades de defensa área y sistema de armas. Estaba en capacidad de interceptar, identificar, registrar, analizar y procesar las emisiones electromagnéticas del adversario, con la finalidad de usarlas para la ejecución de operaciones militares. Pero a mediano plazo también permitió recoger información valiosa, por ejemplo conocer las reales capacidades de las fuerzas enemigas, procedimientos y tácticas, así como las características operativo técnicas de los radares y el tipo de armas del oponente. Este sistema inteligente de señales es utilizado también para apoyar misiones de búsqueda y rescate en caso de desastres, porque es capaz de transmitir en pleno vuelo información radial o telefónica sobre la ubicación exacta del lugar donde se produjo el accidente.