Cargando...
Política

Ejército eligió fusil israelí Arad 7 sin aplicar pruebas como en 2009 y 2012

Para el proceso de 2023, participaron 3 efectivos que evaluaron el arma en la misma fábrica IWI, a diferencia de los procesos anteriores en los que intervinieron 18 especialistas que aplicaron rigurosas pruebas en el Perú.

larepublica.pe
Protocolo de prueba del agua del fusil de IWI Galil ACE no lo pasó porque sus componentes se torcieron. Foto: composición de Fabrizio Oviedo/La República

El último martes 23 de enero, durante una exposición ante la Comisión de Defensa del Congreso, el jefe del Servicio de Material de Guerra del Ejército (SMGE), general Moisés Carbajal Malca, afirmó: “En 2012 hicimos un protocolo de pruebas para la adquisición de fusiles en el mercado extranjero. Sin embargo, ninguna de las empresas que se presentó culminó con el protocolo de pruebas”. Inexplicablemente, el general Carbajal no mencionó que en 2009, el Ejército también sometió a pruebas a varios fusiles, entre ellos el Galil ACE, de la fábrica Industrias de Armas de Israel (IWI, por sus siglas en inglés). En esa oportunidad, los técnicos del instituto castrense descalificaron el modelo de IWI. En 2012, la firma israelí no se volvió a presentar.

Para 2023, el Ejército cambió las reglas. No convocó a licitación, tampoco hizo pruebas en sus instalaciones, y adjudicó directamente la propuesta que presentó IWI por intermedio de la empresa estatal Fábrica de Armas y Municiones del Ejército (FAME). IWI, la misma compañía cuyo modelo Galil ACE fue descalificado en 2009 por el Ejército, y no se presentó a la convocatoria de 2012.

A diferencia de los procesos de 2009 y 2012, el Ejército se limitó a enviar a dos oficiales y un subalterno para evaluar el fusil Arad 7 en las mismas instalaciones de la compañía IWI, en Israel. La República tuvo acceso a las actas y los videos de las pruebas a las que se sometió el Galil ACE de IWI y pudo comprobar que el proceso fue muy exigente y que el arma fue descalificada por no cumplir con las exigencias técnicas mínimas.

En tanto que para la compra del Arad 7 solo fueron enviados tres elementos del Ejército a Israel, y en 2009 participaron en el protocolo de prueba del Galil ACE, de IWI, 18 efectivos, entre especialistas en Comando, francotiradores, técnicos, ingenieros y autoridades, como el comandante general de la Primera Brigada de Fuerzas Especiales, general César Díaz Peche.

Actas fueron suscritas por 18 especialistas del Ejército, quienes descalificaron el Gali ACE de IWI en 2009. Foto: La República

Además, asistieron los veedores de la Comisión Logística del Sistema de Armas y Municiones del Ministerio de Defensa, integrado por oficiales de la Marina, de la Fuerza Aérea y del propio Ejército. Es decir, nada parecido al proceso de 2023.

En la presentación ante la Comisión de Defensa, a la que asistieron el comandante general del Ejército, general César Briceño, y el jefe del SMGE, general Moisés Carbajal, se mencionó que en el proceso de 2012 ningún modelo pasó las pruebas. Pero no dijeron nada respecto a lo sucedido en 2009, cuando el fusil Galil ACE de IWI fue descalificado por graves deficiencias, según pudo verificar La República, que tuvo acceso a las actas suscritas por los 18 oficiales y suboficiales que intervinieron en el protocolo de pruebas.

En 2009 se hicieron pruebas y descalificaron a IWI, en 2023 no hicieron pruebas, pero esta vez sí ganó IWI.

Como detallan las actas —y puede comprobarse con el video correspondiente—, el Galil ni siquiera pasó la prueba del agua. Partes de su mecanismo se torcieron. Por esta razón, los 18 efectivos que intervinieron en el protocolo de pruebas suscribieron el acta siguiente: “Como conclusión final se puede indicar que el fusil Galil ACE calibre 7,62x51mm de la empresa IWI de procedencia israelí, es un armamento que no cumple con los requisitos y condiciones para satisfacer los requerimientos operacionales del COS (Comando de Operaciones del Sur), en virtud que no pudo superar las pruebas establecidas en el Protocolo de Pruebas, por lo que fue DESCALIFICADO”.

Si las autoridades del Ejército consideran que el Arad 7 es insuperable, ¿por qué no es sometido al protocolo de pruebas como en 2009 y 2012?