El presidente Pedro Castillo arribó al poder enarbolando la bandera de la educación, ya que manifestó que, como maestro, estaba a favor de que todos puedan acceder a conocimientos de calidad. Sin embargo, su tesis de maestría —el cual realizó junto a su esposa, la también maestra Lilia Paredes— es todo lo contrario a un ejemplo de rigor académico, pues más de la mitad de estaría plagiada.
Un reportaje de Panorama dio a conocer, este domingo 1 de mayo, que, al aplicar el software antiplagio Turnitin, este reveló que de las 121 páginas de la tesis denominada “La equidad de género y los aprendizajes significativos del área de personal social en los estudiantes del IV ciclo de la institución educativa N10465 Puña-Tacabamba-Chota”, el 54% del escrito es copia y pega.
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Por este motivo, expertos coinciden en que estos documentos no tiene mayor aporte académico, por estar plagado de citas sin reconocerse el autor.
“Si evitas poner el autor hay una confusión para el lector, porque el lector piensa que lo que está leyendo es producto de tu intelecto”, opinó Viana Rodríguez, magister en derecho de propiedad intelectual entrevistada en el programa.
La aplicación también detectó que las 26 hojas del marco teórico fueron plagiadas casi al 100%. Además, desde el primer párrafo de la sustentación del problema, Turnitin registró 54% de coincidencias con otras publicaciones.
El presidente Pedro Castillo y la primera dama Lilia Paredes habrían cometido fraude académico, debido a que la validación de sus instrumentos para realizar su tesis parece no haber sido realizada de manera honesta.
Así, los instrumentos fueron validados por tres personas, pero dos de ellas no existen. Se trata de John Hualcas Reyes y Andrea Jesús. El tercero es Erick Carlo Figueroa Coronado, quien sí existe, pero fue jurado de sus tesis y también validador, cosa que no está permitida.
El ministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez, minimizó las críticas a que el presidente Pedro Castillo haya plagiado en la mayoría de su tesis y señaló que la revelación tiene una “intencionalidad”.
“Esto también es ruido político, una intencionalidad que yo no creo sea solo la preocupación académica respecto a las tesis de todo el Perú”, expresó el funcionario. Además, sostuvo que “si hubiere esas impugnaciones, que se investigue”, pero consideró que era “muy temerario hacer aseveraciones sobre la base de un software (Turnitin)”.