Este miércoles 13 de abril, la Comisión Permanente del Congreso autorizó la investigación contra el presidente Pedro Castillo por una presunta infracción constitucional al haber declarado ante un medio internacional que no descartaría la posibilidad de darle salida al mar a Bolivia, previa consulta popular.
Con esta disposición, el Gobierno consolida un cuarto proceso que deberá afrontar en el Parlamento. Los otros tres lo deberán asumir el jefe del gabinete ministerial, Aníbal Torres, y sus ministros del Interior y de Cultura, tras ser cuestionados por los polémicos manejos en sus respectivas carteras.
Al respecto, la congresista Flor Pablo presentó el último martes 12 de abril una moción de interpelación contra el primer ministro al conseguir las firmas de 22 parlamentarios. La iniciativa busca interrogar al titular de la Presidencia del Consejo de Ministros por el mal manejo de las protestas sociales por el alza de precio, las muertes de civiles durante las manifestaciones y el toque de queda en Lima y Callao.
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La misma proposición también ha sido formulada contra el ministro del Interior, Alfonso Chávarry. La moción de interpelación fue presentada por la legisladora de Cambio Democrático Sigrid Bazán a raíz de la actuación de la Policía en la huelga de transportistas y agricultores iniciadas el 28 de marzo y por avalar la inmovilización social en la capital.
Del mismo modo, este miércoles la Comisión de Cultura interrogó al ministro Alejandro Salas con la finalidad de que informara sobre el estado de la Fortaleza de Kuélap (Amazonas) tras el desplome de una de sus murallas el pasado 10 de abril.
El pasado 8 de abril, en Puno, el presidente Pedro Castillo consideró que tiene fe en que la crisis política que atraviesa su Gobierno haya llegado a su fin.
“Yo tengo fe de que este momento político en el cual hemos estado envueltos ha llegado a su fin“, dijo el mandatario cuando clausuraba el V Consejo de Ministros Descentralizado.
Asimismo, Castillo Terrones señaló que, de no entretenerse en los enfrentamientos y confrontaciones, a los que consideró de “inútiles”, hubiera avanzado con el desarrollo de la región altiplánica.
Cinco días después de estas declaraciones, el Gobierno de Pedro Castillo aún no supera los estragos de la inestabilidad. Ahora deberá encarar los cuestionamientos del Congreso.