El 28 de julio del 2019, en el marco de un mensaje a la nación, Martín Vizcarra, expresidente de la República, anunció –a nivel nacional– que presentaría un proyecto de reforma constitucional para que se convoque a un adelanto de elecciones. La finalidad era recortar el mandato congresal al 28 de julio del 2020, un año después. Esta decisión alcanzaría tanto a su cargo como a los integrantes del gabinete ministerial.
La propuesta extrema buscaba ponerle fin a la crisis política generada por los contantes enfrentamientos entre el Ejecutivo y el fujimorismo, que representaba a la mayoría parlamentaria en aquel año.
“Propongo una salida a esta crisis institucional, presento al Congreso una reforma constitucional de adelanto de elecciones que implica el recorte del mandato congresal al 28 de julio del 2020. (...) En esta reforma también se solicita el recorte del mandato presidencial a la misma fecha. La voz del pueblo tiene que ser escuchada. Por eso, esta reforma constitucional deberá ser ratificada mediante referéndum”, anunciaba Vizcarra, ante los gritos enfurecidos de los integrantes de Fuerza Popular y demás opositores.
Desde la otra orilla del hemiciclo, los legisladores oficialistas y los de izquierda apoyaban la medida al grito de: “¡Sí se puede! ¡Sí se puede!”. La decisión del exjefe de Estado se generó tras la desnaturalización de la reforma política –de aquellos años– que intentaba sacar adelante el Ejecutivo, pero que fue distorsionada por la mayoría del Congreso y solo reforzó la figura de la inmunidad parlamentaria. Se buscaba que el Pleno no fuese “juez y parte” ante los cuestionamientos hacia algunos de sus integrantes, pero la oposición dejó en claro que no cedería el encargo de su fuero legislativo a otra entidad.
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“El Perú reclama a gritos un nuevo comienzo, los peruanos deben poder elegir su destino para dar paso al Perú del bicentenario. Con esta acción, se reforzarán los cimientos de nuestra república, aunque ello implique que todos nos tengamos que ir. Señores congresistas, ¡El Perú primero!”, decía Vizcarra.
Rosa Bartra presidió la Comisión de Constitución, la que encarpetó y archivó iniciativas que el Poder Ejecutivo enviaba como solución a la crisis política.
El Congreso, lejos emitir una respuesta institucional, esperó que el Ejecutivo pusiese como fecha límite el 30 de septiembre del 2019 para conocer la decisión de este poder del Estado. Mientras tanto, la iniciativa avanzaba a paso lento en la Comisión de Constitución, presidida en ese entonces por la fujimorista Rosa Bartra. De forma paralela, los opositores buscaban ganar tiempo o respaldo con la invitación de la Comisión de Venecia, cuyos delegados se reunirían con autoridades políticas del país y emitirían un informe final sobre la propuesta de adelanto de elecciones, aunque esta no tenía carácter vinculante.
Desde el Congreso, los delegados de la Comisión de Venecia fueron recibidos por el titular del Legislativo, Pedro Olaechea, quien tenía una posición contraria a la propuesta del Gobierno. Por parte del Ejecutivo, el presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar, y el ministro de Justicia, Vicente Zeballos, fueron los encargados de recibir a los visitantes, ante la decisión de Martín Vizcarra de no reunirse con ellos.
En duda. Pedro Olaechea y la bancada del fujimorismo se burlaron del país al invitar a la Comisión de Venecia para reforma.
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El 26 de setiembre del 2019, la Comisión de Constitución del Congreso, presidida por la fujimorista Rosa Bartra, decidió archivar el proyecto de ley de adelanto de elecciones generales al 2020. La decisión fue adoptada con 13 votos y solo 1 en contra, aprobado sin modificaciones el predictamen presentado por la secretaría técnica de dicho grupo de trabajo.
Las bancadas que apoyaron este archivamiento fueron la de Fuerza Popular, APRA, Acción Republicana y Contigo. En aquella sesión, los legisladores de Nuevo Perú, Unidos por la República, Bancada Liberal y Peruanos por el Kambio decidieron abandonar la comisión como protesta, porque Rosa Bartra no les daba el tiempo suficiente para que la propuesta sea debatida y votada en el pleno del Congreso.
Los que votaron a favor del archivamiento fueron Héctor Becerril, Javier Velásquez Quesquén, Ángel Neyra, Luz Salgado, César Segura, Gladys Andrade, Yeni Vilcatoma, Tammar Arimborgo, Mario Mantilla, todos ellos de Fuerza Popular y APRA. Se unieron de otras bancadas Milagros Espinoza (APP), Julio Rosas y Sonia Echevarría (Unidos por la República), Salvador Heresi y Estelita Bustos (Contigo). Aquel voto solitario en oposición fue el de Yonhy Lescano, quien solo atinó a gritar mientras se realizaba la votación. “¡Cierren el Congreso! ¡Cierren el Congreso!”, decía el exparlamentario.