El anuncio llegó en forma de un escueto mensaje de texto. Remitente: Pedro Castillo. Mirtha Vásquez había renunciado un día antes y el martes 1 de febrero se respiraba incertidumbre en los ministerios, sobre quiénes se iban y quiénes se quedaban. Aunque el mandatario ya había avanzado en sus decisiones, sin desprenderse del “gabinete en la sombra” y con participación de uno de los ministros.
Ocurrió a las 4.22 p.m. Todos los miembros del gabinete saliente recibieron este mensaje de Pedro Castillo en sus celulares: “Señores ministros, buenas tardes, en nombre de todos los peruanos, agradezco por sus servicios prestados. Espero que sigan contribuyendo con este Gobierno en las futuras responsabilidades”. Eso fue todo.
Según fuentes de Palacio, varios de los ministros, incluyendo algunos que ya sabían que serían ratificados, agradecieron la oportunidad otorgada.
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Apenas el domingo 30 de enero, en medio de la crisis por la salida de Avelino Guillén, los ministros Pedro Francke y Anahí Durand habían viajado con el presidente Castillo a Caballococha (Loreto). En ningún momento les informó si se mantendrían o no en el gabinete.
Es por eso que el lunes Francke le escribió a Castillo para preguntarle si acudía o no el martes a la Comisión de Presupuesto, o ya iría un nuevo ministro de Economía y Finanzas. El presidente le respondió que sí, que acuda a exponer. Pero ya el martes por la tarde quedó en claro que Francke no seguiría al frente del sector y en el Congreso suspendieron la sesión.
Pedro Francke. Exministro de Economía y Finanzas afirmó que el presidente Pedro Castillo escucha más a los asesores que a los ministros de Estado. Foto: difusión
Así fue la incertidumbre. Gisela Ortiz (Cultura) regresaba de un viaje de Kuélap (Amazonas) hacia un distrito, sin saber si regresaba o no a Lima. Anahí Durand (Mujer) estaba en su despacho. Juan Carrasco (Defensa) seguía internado, recuperándose de los síntomas del nuevo coronavirus. Víctor Maita (Agricultura) estaba en su despacho, pendiente de si le renovaban la confianza o no para continuar con la segunda reforma agraria.
Una fuente de Palacio contó que, en una conversación interna, Pedro Castillo se refirió al ministro Maita como alguien que “no colaboraba”.
Colaborar significa permitir una suerte de copamiento en los sectores con recomendaciones de los asesores de Palacio. En verdad, Maita sí había cedido en la designación del viceministro de Políticas, Juan Altamirano, un cajamarquino sobre quien en el sector Agricultura aseguran que llegó al cargo por la cercanía de su esposa con la primera dama, Lilia Paredes.
Con todo, Pedro Castillo se despidió así de este gabinete. No hubo una explicación mínima de por qué eran apartados del gabinete, ni un balance o evaluación de sus gestiones. Solo un escueto mensaje de texto enviado a sus celulares.
Debut y despedida. Designación de Valer aportó a la crisis. Foto: John Reyes / La República
Si bien Héctor Valer sostuvo que había hablado con Pedro Castillo sobre la recomposición desde inicios de enero, las decisiones para este grupo de ministros se tomaron en forma relámpago desde el mismo lunes, tras oficializarse la renuncia de Mirtha Vásquez.
La decisión de la salida de Vásquez fue adoptada el lunes en conjunto entre el presidente y la hasta entonces premier.
Si Castillo se adelantó vía Twitter para anunciar este cambio, era solo porque Vásquez había pedido a una tercera persona que ingrese su carta de renuncia y mesa de partes no queda exactamente en el interior de Palacio de Gobierno.
El mismo lunes por la tarde, Castillo estableció contacto con el ministro de Salud, Hernando Cevallos, y le propuso asumir la jefatura del Consejo de Ministros, según fuentes de Palacio.
Cevallos, que ya conoce el movimiento interno en Palacio, puso dos condiciones: la salida de los asesores en la sombra Biberto Castillo y Beder Camacho. Y la segunda condición fue tener la libertad de decidir la composición del nuevo gabinete.
Castillo no le respondió más. Optó por mantener el control en la composición del nuevo gabinete, junto con sus asesores.
A Biberto Castillo se le atribuye la designación del nuevo ministro de Economía, Óscar Graham, con quien se conocen desde que el primero trabajaba en dicho sector, como coordinador parlamentario.
De aquellos años también proviene la cercanía de Biberto Castillo con Josué Gutiérrez, otrora legislador y presidente de la Comisión de Presupuesto y ahora asesor en las entrañas de la bancada de Perú Libre.
Hubo celeridad en la conformación de este gabinete.
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Sobre el nuevo ministro del Ambiente, Wilber Supo, desde Palacio informan que llega básicamente por pertenecer a Perú Libre. Antes intentó trabajar en dicho sector, pero el principal obstáculo fue su escuálida hoja de vida. Ahora es ministro.
Los asesores de Castillo solo se preocuparon en el reparto del poder, sin hacer lo más importante: escanear los antecedentes de los cuadros. Por ello que ocurrió lo de Héctor Valer.
Aunque ayer el congresista Guillermo Bermejo volvió a rechazar que fue él quien propuso a Héctor Valer, voces autorizadas de Palacio informan lo contrario. Bermejo recomendó a Valer, así como lo hizo con Luis Barranzuela. Doble desacierto.
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Tras las denuncias de violencia familiar y corrupción ventiladas esta semana, Héctor Valer ayer puso su cargo a disposición, en una carta donde menciona que el pedido enviado al Congreso para programar una sesión a fin de exponer el plan de gobierno fue algo coordinado con el presidente.
También en este extremo hubo un pésimo asesoramiento. El oficio enviado por Valer al Parlamento incluye la opción de una cuestión de confianza, a pesar de que este tema nunca se había expuesto en el Consejo de Ministros, como manda la ley.
Gabinetes. Castillo tuvo dos grupos de ministros en una semana y ahora busca uno nuevo. Foto: Presidencia / composición LR
Lo relatado hasta aquí confirma, entonces, que el presidente Castillo ha decidido mantener en su entorno a los miembros del “gabinete en la sombra”.
El ex secretario presidencial Carlos Jaico había emitido el memorando para sacar del cargo al asesor FAG Biberto Castillo. Sin embargo, fuentes del Ejecutivo informaron a esta redacción que nunca se oficializó el cese, por determinación del mandatario Pedro Castillo.
Biberto Castillo se mantiene en el “gabinete en la sombra”, junto con Beder Camacho. Existe una confianza entre ambos, a tal punto que cuando, a fines del año pasado, Jaico quiso sacar a Biberto Castillo, quien bloquea el proceso fue Beder Camacho, en su condición de subsecretario.
Fueron estos asesores quienes habrían convencido al presidente Castillo en actuar con celeridad, para jugar las dos balas de plata de la cuestión de confianza contra el Congreso y así evitar la vacancia.
Son estos también los asesores de los pésimos mensajes a la nación de Pedro Castillo. Cuando se revelaron las reuniones clandestinas del presidente en la casa de Breña, desde la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), con Mirtha Vásquez a la cabeza, le recomendaron que salga a dar un mensaje al país, expresando que colaborará con las investigaciones e incluso poniendo a consideración el levantamiento del secreto bancario. Pero el “gabinete en la sombra” armó un mensaje que fue muy criticado por lo vacío.
Pero hay un ministro que, según fuentes de Palacio, se ha sumado a este círculo. Hace una semana, desde el Ejecutivo surgió la versión de que el titular de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez (Juntos por el Perú), se había convertido en un personaje funcional al “gabinete en la sombra”.
Roberto Sánchez lidera la cartera de Comercio Exterior y Turismo desde el 29 de julio de 2021. Foto: Mincetur
Mientras este grupo cercano a Castillo estaba componiendo el gabinete de Valer, según fuentes de Palacio, Roberto Sánchez también participó en este proceso e incluso fue él quien llamó al abogado César Landa Arroyo para su designación como futuro ministro.
De hecho Landa llegó a Palacio y la versión era que asumiría la cartera de Justicia y Derechos Humanos. Pero recién ahí, al interior de la Casa de Gobierno, le informaron que juraría como titular de la Cancillería.
El “gabinete en la sombra” sigue ahí, mientras Pedro Castillo mantiene reuniones en busca de ayuda. Ayer, entre las visitas que recibió por la tarde, resalta la de Roger Nájar. Permaneció en Palacio desde las 4:50 p.m. hasta las 7:25 p.m.
Castillo también recibió por la mañana a otro grupo de personas vinculadas con la izquierda y congresistas de Perú Libre del bloque magisterial.
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Según testigos del encuentro, Castillo les pidió apoyo para la conformación del nuevo gabinete. Dijo que se había dejado aconsejar mal, en alusión a la designación de Héctor Valer. A pesar de los desaciertos, mantiene al “gabinete en la sombra”.
En medio de la crisis política, la excandidata presidencial y acusada por liderar presuntamente una organización criminal, Keiko Fujimori, reapareció ayer en RPP para insistir en un fraude, sin ninguna prueba, y para plantear la salida del presidente. Tampoco hizo mea culpa.
“Aquí la enfermedad es Pedro Castillo, la solución es que deje el cargo”, comentó, al tiempo de deslizar que las opciones van desde la renuncia del presidente, la vacancia o una acusación constitucional.
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Su reaparición se da en circunstancias en que también otro sector de la derecha presentó esta semana una acusación constitucional contra el mandatario Pedro Castillo.
Keiko Fujimori es investigada por los falsos aportantes en sus campañas presidenciales. Foto: Captura RPP / La República
La acusación es firmada por Fernán Altuve, Ángel Delgado, Hugo Guerra, Francisco Tudela, César Vignolo y Lourdes Flores Nano, quien también se sumó a la anterior campaña de desinformación sobre el supuesto fraude, sin aportar prueba sólida alguna.
Por cierto, Keiko Fujimori reaparece en un contexto en el que retorna al país el empresario Giancarlo Bertini Vivanco, quien había fugado en el 2018 y ahora se puso a disposición de la justicia para contar cómo se lavaron US$ 800.000 que le entregó Jaime Yoshiyama, este último señalado por recibir aportes de Odebrecht.