La salida del ministro del Interior, Avelino Guillén, y del comandante general de la Policía Nacional, Javier Gallardo, no dará término a la crisis hasta que concluya la recomposición del alto mando de la PNP. ¿El motivo? El término de las funciones del teniente general Gallardo no es ni mucho menos el final de la guerra entre los oficiales que provienen de las desaparecidas Guardia Civil (Código 1), Policía de Investigaciones del Perú (Código 2) y de la Guardia Republicana (Código 3). Gallardo perteneció a la Guardia República, difícilmente otro de su mismo código lo reemplazará.
Debería suceder a Gallardo su segundo, el subcomandante general de la PNP e inspector general, general Martín Parra Saldaña, del Código 2 (ex Policía de Investigaciones). Pero con el presidente Pedro Castillo no hay seguridad.
En el bolo. Teniente general PNP Martín Parra Saldaña. Foto: John Reyes/ La República
En todo caso, el número 3 es el jefe del Estado Mayor General de la PNP, general Víctor Patiño Zeballos (ex Guardia Civil), y el número 4, el jefe de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), general Vicente Tiburcio Orbezo (ex Policía de Investigaciones).
Según fuentes de Palacio de Gobierno, el mandatario Pedro Castillo consideraría como sustituto del general Javier Gallardo al general Vicente Tiburcio Orbezo, actual jefe de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri).
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Integrante de la promoción Los Heraldos 1987, el general Vicente Tiburcio formó parte del Grupo Especial de Inteligencia GEIN, unidad que desarticuló la cúpula de la organización terrorista Partido Comunista del Perú, Sendero Luminoso (PCP-SL), encabezado por Abimael Guzmán Reinoso.
El número tres. General PNP Víctor Patiño Paredes. Foto: difusión
De confirmarse que el general Vicente Tiburcio sería el comandante general de la PNP, el mandatario Pedro Castillo tendría que proceder como lo hizo en la anterior ocasión.
Según la Ley de Carrera Policial, el presidente tiene la facultad de elegir al comandante general entre los tenientes generales (en este caso solo sería el teniente general Parra). En caso la designación del director general de la PNP recaiga en un oficial general de armas en actividad, en el grado de general, este será ascendido al grado de teniente general.
Esto sucedió, precisamente, con Javier Gallardo, quien era el número 4. Pedro Castillo lo ascendió a teniente general y luego lo designó como comandante general. Los que lo antecedían fueron dados de baja.
Además, el jefe del Estado debería ascender también al grado de teniente general a Víctor Lostanau Fuentes y Luis Vera Llerena, quienes son los números 5 y 6 del escalafón. Deben recibir dicho grado para asumir la Subcomandancia General de la PNP y la Inspectoría General de la PNP, respectivamente. Esto en caso fuera designado comandante general Vicente Tiburcio.
Coincidentemente, ayer lunes, en una visita protocolar a la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), el exministro Avelino Guillén estuvo en compañía con el jefe de la unidad, el general Vicente Tiburcio. Guillén tuvo palabras muy elocuentes sobre la crisis.
“Llegará el momento en el que el bien triunfe sobre el mal”, arrancó Guillén: “El policía que hace las cosas bien merece ser reconocido y ocupar un lugar importante en la sociedad, en el escalón. Se lo digo con todo respeto, sientan orgullo. Son policías al servicio de la sociedad dispuestos a todo”.
“¿En qué otra actividad se exige a ese profesional que dé su vida? ¿Quién lo hace? Eso tiene que ser resaltado. Finalmente, solamente que sigan trabajando al servicio de la sociedad. Llegará el momento en que el bien triunfe sobre el mal”, reiteró.
Palabras similares expresó en una entrevista temprano en el programa ‘No hay derecho’, de Ideeleradio. Guillén aludió que el sector Interior, y en la Policía Nacional, existirían irregularidades en la gestión: ‘’Estoy seguro de que pronto se va a conocer toda la verdad y la amplitud y la magnitud de los graves hechos de corrupción que lamentablemente se ha pretendido ocultar’', afirmó.
Conforme la versión del propio del exministro Guillén, una de las condiciones que planteó al presidente Pedro Castillo para reconsiderar su renuncia al cargo fue recomendar como comandante general de la PNP al teniente general Martín Parra Saldaña, y como inspector general de la PNP al general Víctor Patiño Zeballos. Castillo se negó y prefirió aceptar la dimisión de Avelino Guillén.
El general Parra es integrante promoción 1986 Los Justicieros, y al igual que Tiburcio, proviene de la Policía de Investigaciones del Perú. Mientras que Patiño es el número 3 en el escalafón y fue de la Guardia Republicana.
La reunión entre Castillo y Guillén se produjo el domingo 30 de enero, con la presencia de la saliente primera ministra, Mirtha Vásquez. En esa ocasión, Avelino Guillén insistió en que el general Parra fuera quien releve a Gallardo, pero Castillo no aceptó la propuesta.
Por el contrario, el mandatario sugirió a Guillén que pasara al retiro a los generales Parra y Patiño, pero Guillén le advirtió que estaba atentando contra la institucionalidad y desestimó el planteamiento de Castillo. Al no haber un acuerdo, Guillén dimitió.
Los continuos enfrentamientos entre el ministro Guillén y el comandante general Gallardo se agravaron luego de que este presentó los proyectos de resoluciones supremas de los cambios de colocación de los generales a los nuevos cargos en las diferentes direcciones de la Policía Nacional. Guillén nuevamente observó la plana a Gallardo.
Según las fuentes, Guillén no estaba de acuerdo con que el general Víctor Lostanau Fuentes fuera removido como director de la Escuela Nacional de Formación Policial y recomendó que lo ratifiquen en el cargo, alegando que es un excelente general con proyecciones.
Pero ahí no quedó el conflicto. Guillén también abogó por la permanencia del general Vicente Tiburcio en la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri). Estas observaciones incomodaron al general Gallardo y sintió que el ministro Guillén estaba interfiriendo en las decisiones del comando policial. Al final, el presidente Castillo prefirió prescindir de los dos.
Saliente. Ex comandante general, teniente general Gallardo. Foto: Mininter
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Hace tres meses, el subcomandante general de la PNP, Javier Bueno Victoriano, denunció presuntas irregularidades en el proceso de ascenso bajo la dirección del ex comandante general PNP Javier Gallardo y lo acusó de haber cambiado las reglas del juego para favorecer a un grupo de coroneles de su entorno.
Hace poco días, el general Bueno volvió a imputar los mismos hechos, pero esta vez aseguró que cada coronel aspirante al grado inmediato superior habría pagado sobornos que oscilan entre 25 a 40 mil dólares.
Incluso aseveró que hubo injerencia por parte del exsecretario de Palacio de Gobierno Bruno Pacheco, quien durante el proceso de ascenso se reunió con un grupo de coroneles postulantes que lo visitaron en su despacho.
Bueno ratificó sus acusaciones ante la Comisión de Defensa y Orden Público del Congreso, donde relató los hechos desde el momento en que el entonces comandante general Javier Gallardo lo sacó de la Junta Selectora de Evaluación para Generales de Armas y lo designó a la de Servicios.
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Cuando los congresistas le preguntaron al general Bueno si tenía pruebas de los sobornos, afirmó que solo había recogido la versión en el interior de la PNP.
Sospechoso. Avelino Guillén relató que el general Javier Gallardo presentó al presidente Pedro Castillo al exministro del Gobierno aprista Miguel Hidalgo.
Infiltrado. Hidalgo incluso le hizo una exposición sobre seguridad a Castillo, a lo que Guillén le advirtió de sus antecedentes políticos. ‘’Yo sé más que usted’', le contestó el presidente.