Advertencia. A pocos días de asumir la presidencia del Perú, Pedro Castillo aún no conforma su gabinete ministerial, pues al cierre de esta nota el docente cajamarquino, quien ya recibió las credenciales para asumir el nuevo Gobierno, no oficializa a los responsables que lo acompañarán en la lucha contra la pandemia, la reactivación económica, reducción de la pobreza, el desempleo, entre otros problemas que aquejan al país.
Por su parte, Perú Libre, agrupación que acogió a Castillo, se encuentra en conversaciones con otras bancadas para poder liderar la Mesa Directiva del Congreso. No obstante, varios voceros ya anunciaron su negativa de que esta organización pueda dirigir el Parlamento este 2021.
Con breve tiempo para la transferencia, sin nombrar ministros, (posiblemente) sin votos para liderar el Parlamento y con la imagen de Vladimir Cerrón aún latente, Castillo estaría vulnerable a cualquier acto de obstruccionismo que se presente y más con el anuncio de “defensa de la democracia” de Keiko Fujimori, quien persiste en que le robaron la elección a pesar de reconocer los resultados.
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Para el politólogo Carlos Fernández, si bien la asunción de Pedro Castillo es reconocida por la mayoría, no lo sería “por pequeños grupos de derecha y ultraderecha”.
El analista, además, advirtió un posible escenario de obstrucción por parte de Fujimori, quien incluso pensaría en “propiciar la vacancia” del nuevo mandatario.
“Keiko Fujimori buscará obstruir a este gobierno entrante, como lo hizo con los de PPK, Vizcarra y Sagasti. El motivo de este irracional obstruccionismo sería el de propiciar la vacancia de (Pedro) Castillo y el nombramiento de un nuevo presidente que, junto con un Tribunal Constitucional renovado y conservador, puedan ayudarla a evitar volver a prisión”, declaró a La República.
Fernández mencionó que estas actitudes de “mala perdedora” de la excandidata ya son conocidas, pero que, a diferencia del 2016, esta vez no contaría con mayoría en el Legislativo.
“Fujimori ya no tiene mayoría, difícilmente intentará al comienzo jugar un rol desestabilizador debido a la profunda crisis actual y su deteriorado prestigio. Habrá que esperar qué pasa”, manifestó.
Luis Benavente, director de Vox Populi, explicó que el Perú estaría más dividido que hace cinco años cuando la fundadora de Fuerza Popular reconocía —a regañadientes— su derrota ante Pedro Pablo Kuczynski.
En diciembre del 2016, ambos se reunieron en una capilla, rezaron juntos, salieron de la mano con el cardenal Juan Luis Cipriani. La historia ya es conocida, Keiko, desde el Congreso, no paró hasta vacarlo.
“Eso fue el punto de partida de la inestabilidad política en el país. Eso es algo que no debería ocurrir otra vez (…) Ella debe tener un mayor cuidado político”, dijo Benavente a esta redacción.
PPK
El analista dispersa dos niveles de polarización: uno relacionado con Fuerza Popular, y otro de sectores con miedo a un posible gobierno comunista de Pedro Castillo.
“Lo que tendría que hacer ella (Keiko) es manejarse dentro de la Constitución y las leyes. No podrá hacer cosas que estén fuera de los cauces constitucionales”, aseveró.
En esa misma línea, Paula Távara explicó a este diario que la crisis política no se acabó con la proclamación de Castillo y que, probablemente, el argumento de fraude todavía estará presente en los próximos meses.
“Uno de los primeros escollos que tiene que atravesar Castillo es conseguir la confianza para su primer gabinete. El papel que Renovación Popular y Fuerza Popular puede jugar un rol importante, no solo negándole la confianza, sino tratando de enlodar el voto de otros partidos. Eso ya es una crisis”, precisó.
Távara también expresó su desconfianza en un eventual encuentro entre Keiko y Castillo. Para la politóloga, por la actitud que demostró Fujimori “es difícil para cualquier pacto que se pueda hacer en términos de bancada”.
“No olvidemos que la señora Fujimori se reunió también con el señor Kuczynski y eso no cambió la situación de obstruccionismo. Parecía un gesto bueno; sin embargo, no dejó ningún fruto. Ella siguió con la misma actitud”, opinó.
Anuncio. Fujimori dijo que no se quedará de brazos cruzados. Foto: John Reyes / La República
Desde otro punto de vista, Alonso Cárdenas calificó “de muy poco seria” la actitud que tuvo la lideresa del partido naranja en las últimas semanas al persistir en el argumento del fraude y desacreditando, asimismo, el trabajo de los observadores internacionales y el mismo Jurado Nacional de Elecciones.
Para el experto en políticas públicas estas acciones del fujimorismo ya venían “alimentado y socavando de una manera muy fuerte” la legitimidad del nuevo gobierno de Pedro Castillo ante la peor crisis del país en los últimos 200 años.
“Ella ya venía socavando la legitimidad para propiciar la vacancia de Pedro Castillo. También buscará usar esa prerrogativa para evitar los procesos penales que se le vienen. El temor es que Keiko Fujimori siga empujando al país a una situación complicadísima”, puntualizó.
Finalmente, el politólogo consideró que “sería un error” que Pedro Castillo asista a cualquier reunión para un pacto con Fujimori debido a los antecedentes que tiene ella “de no cumplir con su palabra y tampoco con su accionar”.
“Lo peor que puede hacer Castillo es conciliar porque no tiene la seguridad de que los acuerdos se cumplan y porque estaría legitimando las acusaciones de Fujimori. Lo que él tendría que hacer es prepararse para una confrontación sumamente difícil y también aprender de los errores de PPK, quien pecó de ingenuo pensando que se podía conciliar y negociar cuando claramente era un contexto donde no había negociación posible”, añadió.
El presidente electo Pedro Castillo Terrones y el titular del JNE, Jorge Luis Salas Arenas, coinciden en la idea de que no hubo fraude electoral en estos comicios generales. Foto: Aldair Mejía / La República
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