El actual magistrado del Tribunal Constitucional (TC), Eloy Espinosa-Saldaña, se refirió al proceso de elección del nuevo TC por parte del Congreso e indicó que parecería estar dirigido a personas determinadas, ya que la migración de los miembros, que en principio se debía a la antigüedad de su colegiatura, ahora se prioriza de acuerdo a la fecha de su resolución, independientemente del tiempo que tenga como colegiado.
“Otra cosa que preocupa es que ya no sabemos el sentido de la ley que se había creado para poder ver nuestros reemplazos (...). La idea era que fuéramos por orden de antigüedad de la colegiatura. Se va el más antiguo y se queda el más nuevo. Pero ahora, dentro de la gente de la coordinadora republicana, que va teniendo mucha fuerza en el Congreso, no solo en el actual, sino en el entrante. Ha salido una idea que suena bastante discutible. Todos hemos sido elegidos en el mismo día, pero como la resolución de uno estuvo cinco minutos antes que el otro, se va primero, a pesar de que tenga 20 años menos de colegiatura. Esto parece estar dirigido a mover a personas con nombre y apellido”, mencionó el magistrado en No hay derecho, programa de Ideele Radio.
Asimismo, explicó lo sucedido con la comisión que escoge al nuevo TC y consideró que había un exceso de formalidad.
“¿Qué ha pasado en este concurso? Primero, es raro porque dijeron que el concurso ya no lo seguían y lo iban a dejar al nuevo Congreso. Luego, con críticas por haber dejado de lado a algunos candidatos por cosas realmente de excesiva formalidad. Si una candidata me manda todos sus papeles en fotocopia, entonces lo que yo le tengo que pedir, si no me gusta la fotocopia, basta que lo fedatee, pero no la descalifico. Sobre todo cuando es una persona que tiene una trayectoria que venía de ser viceministra de la Mujer”.
Finalmente, agregó que las preguntas habían estado mal formuladas, del mismo modo que las respuestas, pues se podrían considerar en un futuro como adelanto de opinión.
“Lo que hemos visto todos. Ha habido preguntas muy mal formuladas y bastante mal contestadas. Lo que hemos visto es, pues, unas preguntas que lo que constituyen es, en pocas palabras, el riesgo de un adelanto de opinión y el riesgo de un condicionamiento del magistrado a elegirse”, expresó.
“Si yo te pregunto si estás de acuerdo con el aborto o no, en primer lugar, yo me voy formando una idea para ver si voto por ti o no, y en segundo término, te pongo en un tremendo problema cuando te elijan, porque alguien va a decir que ya adelantaste opinión frente al aborto”, culminó.
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