Una denuncia mediática por maltratos hacia sus trabajadores provocó que la Cancillería, en junio de 2018, culmine las funciones de Fortunado Quesada Seminario como embajador de Perú en Israel. Sin embargo, más de dos años después, el caso continúa abierto con una nueva hipótesis que configuraría una conspiración de altos funcionarios de Torre Tagle para lograr dicha destitución.
El caso se da luego de que dos trabajadores de la embajada, con sede en Tel Aviv, grabaran a su jefe maltratándolos psicológicamente con gestiones irregulares a su función y con lenguaje ofensivo hacia ellos. El hecho fue divulgado por un medio de comunicación.
“Yo me puedo haber equivocado, cierto; he pedido disculpas públicas, cierto. Pero ellos han hecho cosas inconstitucionales, ilícitas, y ellos cuatro, son los verdaderos responsables del daño a la imagen y al prestigio del servicio diplomático de la República”, respondió Fortunato Quesada para Cuarto Poder.
De acuerdo a lo difundido por el dominical, el Ministerio de Relaciones Exteriores inició una investigación interna de este caso, del que emitieron un informe final y señalan a Pedro Rubín Heraud, ministro consejero de la Embajada y quien era subalterno del suspendido diplomático, como quien alentó a las grabaciones ilegales.
Pedro Rubín: Lo que le hemos dado a la Cancillería, eso nunca va a salir. Bueno, no va a salir, y todo va a quedar así, en el sentido de que, creo, lo van a castigar y todo, pero yo creo que no es suficiente, yo creo que hay que hacer más escándalo.
Jesús Alvarado: Exacto.Pedro Rubín: Ese h***, no sé, te lo digo de todo corazón: yo lo quiero hacer m***. O sea, es como una cosa que, o sea, a nivel de opinión pública. No me importa si lo botan o no, tú sabes. No me importa. Yo quiero que la gente sepa lo que es.
Por este hecho, el alto funcionario fue suspendido por el plazo de seis meses por no haber informado a sus superiores de la existencia de los audios ilegales. No obstante, el diplomático apeló y aseguró que sí cumplió, pero que le pidieron una conducta irregular.
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Néstor Popolizio. Foto: John Reyes.
En sus argumentos, Rubín Heraud reitera que sus superiores le pidieron denunciar el hecho a través de un programa de televisión. En específico, se refiere al entonces el canciller Néstor Popolizio, el vicecanciller Hugo de Zela y José Boza Orozco, jefe del gabinete de asesores del ministerio.
“He probado de manera documentada que la superioridad me instruyó, en claro abuso de autoridad, y menospreciando la muy difícil situación que atravesaba la Embajada del Perú en Israel por las acciones del entonces jefe de misión, Fortunato Quesada Seminario”, declaró en su apelación.
Asimismo, el diplomático reiteró que sus superiores le ordenaron contactar con el programa Panorama para compartir los videos que los trabajadores de Fortunato Quesada grabaron en su contra. Resaltó que este hecho es un “incumplimiento” a sus deberes.
“La superioridad, a través del embajador José Boza, me ordenó con insistencia contactar y entregar” los audios a un medio periodístico. “Este abuso de autoridad, es decir, contactar a un programa periodístico, es una muy seria falta y, al mismo tiempo, un grave incumplimiento de sus deberes y obligaciones que sus altos cargos le imponían”.
El ministro consejero señaló directamente al entonces ministro de Relaciones Exteriores en la obstrucción a las investigaciones del caso de Fortunato Quesada, al solicitar que no se incluya una conversación que lo involucraba.
“Durante una conversación sostenida con el canciller, le informé que había hecho entrega de los documentos arriba mencionados al director general de Recursos Humanos para que los alcanzara a los miembros de la comisión disciplinaria. El enojo del embajador Popolizio sobre la entrega de los referidos documentos fue muy evidente. Su enojo se tradujo en una inmediata llamada telefónica al embajador Zapata para decirle que no leyera el texto del chat de WhatsApp y que me los entregara inmediatamente. Sin embargo, el embajador Zapata, en mi presencia, sí leyó toda la conversación”, se lee en sus argumentos.
Además, agrega: “es totalmente ajeno a la realidad que yo hice obstrucción de las investigaciones; fue el mismo canciller Popolizio quien exigió telefónicamente y delante de mí al embajador Zapata dar por no recibido el referido chat. De esta manera, fue el embajador Popolizio quien obstruyó las investigaciones”
En su apelación también adjuntó correos y chats, uno de ellos enviado a José Boza Orozco, el entonces jefe de Gabinete del canciller Popolizio, el 17 de mayo del 2018, fecha casi un mes antes de la difusión de los audios de Quesada.
“Mi querido Pedro: Más bien, ya hablé con 1 y 2 sobre lo que conversamos. (...) Ambos están de acuerdo en colgar al abusivo, pero se requiere más info al respecto. Fuerte abrazo. José”, se lee en el mensaje.
Al respecto, José Boza Orozco prefirió no referirse al caso ni especificar si el 1 y 2 se referían al entonces ministro Néstor Popolizio y al vicecanciller Hugo de Zela. “Yo estoy prohibido de hacer declaraciones públicas sobre un proceso que está abierto, no ha sido cerrado, no ha culminado”, respondió al dominical.
Además, en otros correos y chats posteriores, antes de divulgarse a la prensa, Rubín informa a Boza de más audios a Quesada Seminario y sobre las acciones que tomaría la Cancillería, al respecto Boza le responde confirmando la estrategia de divulgarlo a la prensa.
Yo estoy convencido que sólo se le sacará -la única salida- con denuncia mediante la prensa. Un reportaje sobre los abusos y sale volando, tal como pasó con MC Rozas. Créeme que la predisposición es colgarlo, pero sin denuncia periodística, son dimes y diretes. Con reportaje, ya está hecho.
Tras la destitución del embajador, la Cancillería citó a Pedro Rubín para que dé sus descargos luego que Fortunato Quesada lo denunciara como el alentador y conspirador de las grabaciones ilegales en su contra. Este hecho resultó extraño para Rubín porque él aseguraba que el vicecanciller ya conocía del tema.
Rubín: Me acaban de llamar de Personal para resolver un pliego interpelatorio sobre el caso de Fortunato. Me extraña que el vice(ministro), que sabe realmente lo que pasó, ordene algo así.
Boza: De Zela me dice que quiere cumplir con dar curso a la recomendación de la comisión porque Quesada acusa en su alegato final a la alta dirección de conspirar contra él.
Hasta el momento el ministro consejero sigue ocupando su cargo como segunda autoridad en la Embajada de Israel y la suspensión en su contra no puede ejecutarse hasta resolver la apelación que interpuso. Por su parte, Néstor Popolizio, es el actual representante del Perú en la ONU, y Hugo de Zela, es embajador del país en Estados Unidos. Los dos últimos han negado mediante un escrito los descargos de Pedro Rubín, pero prefirieron no declarar al respecto.
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