El periodista César Hildebrandt dedicó su columna semanal, en el medio que dirige, para referirse a la tendencia de la población peruana a servir a otros, a causa de la desunión que no acaba ni en tiempos de guerra ni con la pandemia del nuevo coronavirus (COVID-19).
Hizo un repaso de la historia nacional y el comportamiento de los ciudadanos en estos periodos. Resaltó que las personas continuaron bajo el yugo de otro poder que buscaba intereses particulares y no de la nación, aún después de la Independencia, liderada también por extranjeros.
“Era nuestra oportunidad para galvanizarnos. ¿Qué cosa mejor que un puño para enfrentar al enemigo voraz que venía a exterminarnos? Pero no fuimos un puño sino miles de manos que clamaban por cosas distintas y que acompañaban a miles de voces que entonaban todas las tonadas excepto las del himno nacional”, escribió en su columna.
El director de Hildebrandt en sus trece narra los gobiernos peruanos que estuvieron dirigidos por “traicioneros de la patria”, que buscaban soluciones a problemas políticos por sobre lo que la nación requería. Ante esta situación, la población seguía separada para servir a “sus secuestradores”, sin unirse para exigir sus derechos.
“Ni con la peste nos ponemos de acuerdo. Ni con la muerte rondando dejamos lo que, en el fondo, siempre hemos sido: una nación en trance de ser, un país inconcluso, una identidad que no se terminó de forjar. (...) Nada nos une porque nunca hemos querido saber qué fuimos, qué somos, qué podríamos ser. Nada nos une porque hemos vivido dos siglos mendazmente republicanos secuestrados por los mismos de siempre”, continuó.
coronavirus en peru
César Hildebrandt indicó que los “secuestrados” de la población peruana en estos casi 200 años son aquellos “que odian la idea de un país integrado, lo que han hecho del egoísmo una bandera, los que creen que la miseria y el hambre sin el destino inexorable de millones de peruanos”.
“Son los que llaman populismo a cualquier propuesta que resienta la esfera de lo privado. Los que reniegan del Estado controlista pero se prestan dinero de él cada vez que pueden. Los que hablan de limpieza cuando se aliaron a Odebrecht. Los que amañan las licitaciones y después critican las ‘excesivas regulaciones y de la burocracia’. Los que bombardean a Vizcarra porque habló de la remota posibilidad de someter a expropiación las clínicas de cuervos y megafacturas”, refirió.
No obstante, el periodista sostiene que la población ya ha cambiado su forma de ver las cosas, y que los verdaderos mensajes de los “amos” ya son reconocibles “a la legua”, que ya no intimidan, y el cambio está próximo a venir. La modalidad de este dependerá de la actitud que tomen los “poderosos”.
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“¿Están seguros de que el Perú mineralizado que juraron conservar no aspira a un cambio? ¿Y cómo quieren que sea ese cambio? Porque ese cambio puede ser transaccional y pacífico, si ustedes bajan las armas y mordazas, o violento y caótico, si ustedes siguen creyendo que el país es su hacienda y que lo que escriben sus sirvientes es verdad bíblica, profecía de oráculo”, resaltó.
Subrayó que es demasiado que el Perú haya sido gobernador por intereses personales de ciertos personajes. Y que la actual Constitución Política del Perú que impulsó el exdictador Alberto Fujimori no es eterna.
Hildebrandt: “El cambio puede ser violento y caótico si siguen creyendo que el país es su hacienda”
“Elijan ustedes. Porque de lo que no dudo - y no soy el único-es de que el Perú aspira a otro libreto. Doscientos años de tenerlos como amos, señores, son demasiados años. estas aguas estancadas apestan. y la Constitución de 1993. es el contrato social que un extranjero corrompido creyó poder eternizar”, aseveró César Hildebrandt.
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