Tres veces a la semana, escolares de distintos grados caminan por dos horas hacia un cerro para encontrar la señal de Claro y recibir los conocimientos y las tareas que ofrece el programa educativo ‘Aprendo en casa’.
Se trata de trece comunidades con población vulnerable que a pesar de tener cerca a las empresas mineras Las Bambas y Anabi no cuentan con servicio de telefonía móvil ni Internet. Y los que poseen radio o televisión señalan que su llegada es deficiente.
Los padres de familia acompañan a los niños de los primeros grados en el ascenso a la cima con el fin de participar de las clases y poderlos orientar en el desarrollo de las tareas.
Ellos y los propios estudiantes señalan que existe mucho interés por aprender en estas localidades altoandinas pero este empeño se ve limitado por la falta de estos servicios. De ahí que solicitan al gobierno central que los auxilie con la colocación de una torre repetidora de alguna empresa de telecomunicaciones. También dirigieron su demanda a las empresas mineras y a las autoridades locales.
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El gobernador regional de Apurímac, Baltazar Lantarón, reconoció que muchas comunidades adolecen de conectividad y son lugares donde no llega la radio ni la televisión.
Resaltó la importancia del uso de la Tablet. Dijo que su gestión ha hecho un convenio para que los estudiantes, que en Apurímac son 120 mil, cuenten con este aparato. Sin embargo, la primera entrega ha sido de solo 11 mil.
“La semana pasada nos hemos reunido con el ministro de Educación para ver el tema de la educación a distancia. En Apurímac tenemos el 25% de estudiantes que están en área rural y ahí tenemos dificultades”, acotó.
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