Hoy será un día decisivo en el Tribunal Constitucional (TC). A las 10 de la mañana se reunirá el pleno para elegir a quien será su presidente por los dos próximos años. Hasta ahora los dos candidatos visibles son los magistrados Eloy Espinosa-Saldaña y Augusto Ferrero Costa. Nuevamente, el voto del juez Carlos Ramos Núñez será el que defina en qué lado se inclina la balanza.
Lo más seguro es que el nuevo titular de esta institución sea escogido en segunda vuelta, pues la Ley Orgánica del TC precisa que debe contar con el respaldo de no menos de cinco miembros. Y ninguno de los dos postulantes los tiene. En el mejor de los casos contarían con cuatro votos, incluido el suyo.
Por lo tanto, habrá segunda votación, donde bastará la mayoría simple para definir quién liderará el máximo ente constitucional en el período 2020-2021.
Desde hace un mes, ambos candidatos están tratando de colocar sus mejores fichas.
Por un lado, Espinosa-Saldaña, además de su voto, contaría con el apoyo seguro de los magistrados Marianella Ledesma y Manuel Miranda. Cabe recordar que los tres declararon improcedente el hábeas corpus para dejar sin efecto la prisión preventiva de Keiko Fujimori.
Fuentes del TC indican que Ramos también lo respaldaría, independientemente de haberse colocado al frente en el fallo que dio la libertad a la lideresa de Fuerza Popular. De ser así, Espinosa-Saldaña ganaría en segunda vuelta por cuatro votos.
Del otro lado está Ferrero, quien cuenta con el aval del actual presidente del TC, Ernesto Blume, y de José Luis Sardón. Pero tres votos no les bastaría, y por ello en las últimas semanas trataron que Ramos se les sume.
Algunos indican que le habrían ofrecido ser el nuevo presidente del TC. Hasta donde se sabe, Ramos no habría aceptado, pero muchos dudan que mantenga su decisión en una eventual segunda vuelta.
La posición de Blume y Sardón se ha polarizado tanto que incluso han asegurado a sus allegados que estarían dispuestos a renunciar al ente constitucional si Espinosa-Saldaña es elegido.
Sin embargo, el alejamiento de ambos del tribunal, si bien generaría una minicrisis, no impediría que siga funcionando, pues puede hacerlo con cinco magistrados, los que se necesitan para dictar sentencias de corte constitucional y sobre una contienda competencial, como la presentada por el cierre del Congreso, cuya audiencia pública se fijó para el miércoles.
En las actuales circunstancias, la trascendencia de la presidencia del TC radica, entre otras cosas, en que se convierte en el voto dirimente en un empate.