En diez días el Tribunal Constitucional (TC) elegirá a su nuevo presidente. Hasta el momento, al interior de la institución, los magistrados Eloy Espinosa-Saldaña y Augusto Ferrero han mostrado su deseo de asumir el cargo para el período 2020-2022.
La convocatoria les llegó el jueves por la tarde fijando la reunión para las 10 de la mañana del 2 de diciembre en la sede del jirón Áncash.
El mecanismo usual es que se proponga a los aspirantes a la presidencia, así como a la vicepresidencia del ente constitucional y a la dirección del Centro de Estudios Constitucionales (CEC). Cada uno de estos puestos se eligen de forma individual.
La votación es secreta y se deposita en un ánfora.
Para ganar en primera vuelta se requiere de mayoría calificada, es decir de cinco votos por un determinado candidato, de lo contrario se va a segunda vuelta, donde se gana por mayoría simple.
En este caso, muy difícilmente alguno de los dos candidatos que se conocen hasta hoy serían elegidos de arranque. Ambos tendrían el respaldo de dos miembros del tribunal, y con su voto serían tres. Pero la tendencia podría cambiar a medida que se acerca el día de la elección.
Es más, en esta oportunidad se juega la corriente del TC, pues el presidente tiene la posibilidad de emitir un voto dirimente.
En el caso de Ferrero, hace poco votó por el reconocimiento e inclusión como miembro del ente constitucional de Gonzalo Ortiz de Zevallos, primo del presidente de la Comisión Permanente del Congreso, Pedro Oleachea. Esto pese a los cuestionamientos a la validez de su nombramiento.
Además, en julio pasado se mostró en contra de la sentencia del tribunal que ordenaba al Gobierno Regional de Arequipa a reabrir el comedor del Centro de Apoyo Nutricional de la Ciudad Blanca, que atendía a 570 personas de bajos recursos, entre ellos niños y jubilados.
Y no se puede dejar de mencionar que es conocida su posición en torno al fujimorismo. Cabe recordar que hace dos meses Ferrero admitió haberse reunido con Keiko Fujimori en el 2017, antes de haber sido elegido magistrado del TC, aunque afirmó haberlo hecho también con otras bancadas.
Otra posibilidad que se vocea es que para evitar mayor confrontación se proponga mantener las cosas como están, es decir, que Ernesto Blume se reelija como presidente, Manuel Miranda se mantenga en la vicepresidencia, y Carlos Ramos continúe dirigiendo el CEC.
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Si bien seis de los siete magistrados del TC tienen el mandato vencido, no existe impedimento para que cualquiera de ellos sea el nuevo presidente de la institución.
El artículo 10 de la Ley Orgánica del TC sobre la expiración de los nombramientos de los jueces constitucionales señala que “continúan en el ejercicio de sus funciones hasta que hayan tomado posesión quienes han de sucederles”.
Esto implica que tienen todas las prerrogativas para dictar sentencias y por tanto para elegir y ser elegidos en cargos al interior de la institución.
Asimismo, el artículo 6 de la misma norma detalla cómo se debe llevar a cabo el proceso para designar a las autoridades al interior del TC y en ninguna parte se señala que solo deben ser elegidos los que tengan mandato vigente.