Por: Henry Cotos
El expresidente Alejandro Toledo seguirá detenido en la cárcel de Santa Rita, en Estados Unidos, mientras dure el proceso de extradición en su contra. El juez Thomas S. Hixson, de la corte federal del Distrito Norte de California, le negó el pedido de libertad bajo fianza.
El abogado público (defensor de oficio) del exmandatario, Graham Archer, intentó sustentar el pago de un millón de dólares para que su patrocinado salga en libertad bajo fianza, pero el juez denegó esa posibilidad, por lo que Toledo continuará detenido y se programó una próxima audiencia para el 17 de octubre.
La diligencia se llevó a cabo en el piso 15 del edificio Phillip Burton, en San Francisco, California. El expresidente Toledo volvió a lucir el traje de color rojo, característico de los presos de alta peligrosidad.
Las primeras palabras fueron de Hixson, quien dejó en claro que lo delicado no es tanto que Odebrecht le haya dado dinero, sino que le fue entregado a través de muchas personas, demostrando con ello que tiene gente a su alrededor con conexiones y mucho dinero.
El abogado de Toledo, Graham Archer, señaló que la acusación se basa en el testimonio de Josef Maiman, quien cambió su versión, y destacó que el documento (de extradición) que obra en la corte dice que Maiman usó dinero para comprar propiedades en el Perú para la madre de Eliane Karp.
Sobre la posibilidad de fuga, Archer sostuvo que para Toledo no hay una manera práctica de huir, pues hay muchas barreras para que pueda salir del país. Fue entonces cuando dejó constancia de que su patrocinado está dispuesto a usar monitoreo GPS para salir de la prisión.
Hixson respondió que el monitoreo GPS no podría impedir que fugue si así lo decide, pues no funciona las 24 horas.
1 millón de dólares como fianza a fin de recuperar su libertad, precisando que se pagaría por partes y en propiedades.
El primer pago sería de 100 mil dólares en efectivo y lo restante sería mediante la entrega de dos viviendas como garantía en San Francisco y Washington, en Estados Unidos.
Estos inmuebles son de dos amigos del exmandatario, que en caso de fuga el Gobierno se las quitaría.
El abogado Archer también cuestionó las condiciones carcelarias de su defendido, señalando que permanece en un encierro inhumano y “no interactúa con ningún otro ser humano que yo”.
La fiscal Elise La Punzina desbarató los argumentos de la defensa de Toledo, manifestando que cuando una persona tiene múltiples millones de dólares dejar una garantía no tiene un impacto en su economía si escapa y añadió que es poco dinero respecto a lo que tienen.
Manifestó que sobre Toledo “hay millones de dólares que se desconoce su paradero”, y cuestionó que pague una renta de US$ 6.400, que es exorbitante, “incluso para la bahía de San Francisco”.
Precisó que, en su licencia de conducir, Toledo ha consignado una dirección que no es suya, sino de sus garantes y que él mismo ha manifestado en julio su deseo de volver a Israel.
"¿Cuál es el propósito de tener un pasaporte nuevo si no va a salir del país? No es que no será arrestado si va al aeropuerto, porque en esos viajes no se le arrestó en SFO, Oakland o San José", apuntó.
Las palabras finales fueron del juez Hixson, quien dijo “voy a negar la reconsideración, porque Toledo no ha demostrado que no hay riesgo de fuga. Toledo seguirá detenido”.
Eliane Karp no pudo soportar el duro revés judicial que significó la ratificación de la detención de Alejandro Toledo mientras dure el proceso de extradición al Perú.
Cuando el juez Thomas S. Hixson, de la corte federal del Distrito Norte de California, comunicó su decisión de negar la libertad provisional, la ex primera dama exclamó: “Mier...”, perdió los papeles y generó un incidente, por lo que tuvo que ser controlada por los oficiales.
Al término de la sesión, Karp no pudo contener su ira y mientras era tomada del brazo gritaba: “¡Ustedes serán moralmente responsables por su muerte!”.
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Pese a la intervención de los miembros de seguridad, ella se resistió y en medio de gritos dijo: “No me voy a ir, no me voy a ir”, mientras era sacada a rastras de la sala de la corte.
Eliane llegó a la audiencia con buen semblante e incluso se le vio bromear con gente de su entorno y con el abogado Graham Archer, pero todo cambió con la decisión del juez Hixson.