A pocas horas de la reunión entre los titulares del Gobierno y el Congreso, la mayoría fujiaprista en la Comisión de Fiscalización ha retornado a la normalidad, es decir, a la confrontación abierta con el Ejecutivo, echando mano de asuntos adjetivos a los que se les dota un sentido grave, dramático y terminante.
La mayoría de esa comisión ha resuelto investigar el mensaje a la nación que el presidente Martín Vizcarra pronunciara el 28 de julio, en el que propuso precisamente esta medida, para lo que se solicitará facultades investigadoras al pleno del Congreso. La legisladora tránsfuga Janet Sánchez alega que debe saberse si esa iniciativa fue aprobada en el Consejo de Ministros como dispone la Constitución.
La misma comisión aprobó solicitar al pleno facultades para investigar el caso Conirsa y una ampliación de 90 días para continuar con las investigaciones del caso Chinchero. Asimismo, resolvió crear un grupo de trabajo para investigar la metodología y las acciones que emplean las empresas encuestadoras a fin de saber si existe un pago “detrás” de los sondeos de opinión, y para verificar si existen “nexos de las encuestas con el Gobierno”. Forman parte del grupo investigador los legisladores Vilcatoma, Miyashiro y Mulder, conocidos por su extremado encono contra el Gobierno y sobre los cuales las encuestas reportan un vasto rechazo ciudadano.
El propósito de investigar el mensaje presidencial no es formalista o ingenuo, sino debilitar el adelanto de elecciones, llamando a declarar al Congreso a los ministros y otros funcionarios, y de paso forzar una infracción constitucional del jefe del Estado que amerite una eventual moción de vacancia presidencial. Ese es el mismo sentido de las investigaciones de los casos Conirsa y Chinchero y el llamado a cinco ministros al Congreso.
En relación con las encuestadoras, más allá de las venganzas personales, la idea es matar al mensajero sin hacerse caso del mensaje; su objetivo declarado es bloquear la emisión de sondeos desfavorables al Congreso porque estas opiniones, dicen, “generan una aparente crisis política que es publicitada en cada momento en medios radiales y televisivos”.
El presidente Vizcarra es consciente, y se ha expresado en ese sentido, de que el afán de la mayoría parlamentaria es la formación de una plataforma amplia que desde varios espacios del Congreso presione por el archivamiento del proyecto de adelanto electoral y, al mismo tiempo, avance contra él para apartarlo del juego político, de modo que se discuta sobre la presidencia y no sobre el Congreso.