Por Israel Lozano
Todo peruano espera que el desempeño de la economía vaya más allá de un número. Que un PBI de 4% sea más que solo el reflejo de nuestras riquezas en la minería y de cómo estas nos convierten en líderes del crecimiento en la región.
El peruano quiere trabajo. Y con justa razón. Las cifras de generación de empleo demuestran ser insuficientes para absorber a los 250 mil peruanos que año tras año ingresan al mercado laboral y menos a aquellos en desempleo.
Dicha realidad no ha mostrado mucha mejoría en el gobierno del presidente Vizcarra. Los datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) demuestran que en el último año, nuestra economía fue capaz de crear 37 mil 100 puestos de empleo en Lima Metropolitana. Su crecimiento fue de 0,8%. En cambio, la población en situación de desempleo a junio asciende a 329 mil. Una tasa de 6,3%.
A nivel nacional, el INEI muestra que a marzo del presente año son 895 mil 300 peruanos en desempleo. En tanto, son 16 millones 881 mil los que conforman la población ocupada, donde también está presente la informalidad. De dicho grupo, son 7 millones 586 mil 400 los peruanos en condición de subempleo, mientras que son 9 millones los que cuentan con empleo adecuado.
¿Qué está pasando? Para el economista de la OIT para Latinoamérica, Hugo Ñopo, el principal problema está en el alto nivel de informalidad. “En una economía como la nuestra, altamente informalizada, hace que la generación de empleo y el desempleo no calcen siempre”, dijo y explicó que esto responde al alto nivel de autoempleo en el país.
A esto se le suma lo que, en palabras del economista Bruno Seminario, es uno de los problemas más importantes que enfrenta el país en materia laboral y económica: la migración. “El empleo no ha crecido. Mientras que en Tumbes dicen que entran alrededor de 1.500 venezolanos diariamente. Eso sugiere entre 400 mil y 500 mil personas en migración neta. Eso es demasiado y agrava más la situación de desempleo. Y es un problema que se ha buscado el gobierno porque la visa la pudo poner antes como lo hizo Chile. En ningún país entra tanta gente tan rápido”, aseveró.
Tampoco hay trabajo si no hay producción. Y los datos demuestran que durante el último año los sectores de mayor peso en la economía han tenido resultados negativos. La manufactura, que tiene más peso en el cálculo del PBI, tuvo tasas positivas en el 2018; pero lleva gran parte del 2019 en terreno negativo. La minería, en tanto, llegaría en junio a cumplir casi 1 año sin “salir del subsuelo”.
Un escenario que, para el exministro de Economía Alonso Segura, no es culpa entera del gobierno. “Hay factores externos que condicionan el desempeño económico de manera importante”, dijo refiriéndose a las tensiones comerciales entre China y EEUU.
Por el lado interno, Segura habla del escenario político. “Sí está afectando. Es un ruido elevado y persistente y sin vicios de solución. Las decisiones económicas que involucran cualquier tipo de inversión requieren cierta predictibilidad. Esto afecta las decisiones empresariales”, subrayó. Y, tal como se observa en la gráfica, hoy las expectativas del sector privado se encuentran muy pegadas al límite del tramo pesimista, según la encuesta del Banco Central de Reserva.
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Segura también habló de la capacidad de gestión que ha tenido el gobierno en el último año. “No han sabido manejar esto. Heredaron una situación compleja y no han sabido manejarla bien. Típicamente se tiende a decir que es solo el Ministerio de Economía, pero me parece que en muchas de las cosas hay otros sectores que no han sabido articular las propuestas como diversificación productiva, entre otros”, aseveró.
Incluso para la inversión pública, que es el principal gasto que hace el gobierno desde todos sus niveles. Tal como muestra la infografía, la inversión del gobierno general tuvo un comportamiento positivo en el 2018, pero lleva el 2019 sin levantar cabeza. La tasa más baja la tuvo en enero, cuando cayó 24,4%.
Sobre el particular se refirió la economista Carolina Trivelli. “El gasto de capital (inversión), el que genera empleo, que contribuye al crecimiento, no fue tan bueno como queríamos. En parte por los temas asociados a la Reconstrucción. En esta coyuntura en particular, tenemos que asegurar esfuerzos enormes por gastar todo lo que es inversión pública. Que las carreteras en las que se invierte sean las correctas para actividades económicas”, aseveró en diálogo con este diario.
La economista también hizo mención en el gasto corriente, el gasto del Estado.
"Desde Perú Compras hasta cómo se hacen las contrataciones y que la gente que se contrata tengan los perfiles de lo que se requiere. Debe tener más impacto y que les lleve mejores beneficios a los ciudadanos. Porque con un entorno donde las expectativas de tasas de crecimiento se están reduciendo, tenemos que hacernos más eficientes", aseveró.
El 2018 del gobierno de Martín Vizcarra esperaba una tasa por encima del 4% y alcanzó un 3,99% afectado por la reducción de los precios de los metales que devino en una caída en las exportaciones.
Durante la primera mitad del 2019, aún arrastró dichos choques negativos. Las exportaciones cayeron 6% en los primeros cuatro meses del año y las proyecciones anuales tampoco llegarán a los US$ 50 mil millones, una meta que se viene postergando desde el 2018.
En enero, el Ministerio de Economía proyectaba un PBI para el 2019 de 4,2%; pero solo en el primer semestre este estuvo entorno al 2%. Ya existe un compromiso por sincerar la cifra, pero el consenso del mercado está entorno al 3% o 3,5%. Casi un punto menos. Proyecciones y escenarios que demuestran que el actual gobierno todavía no enfrenta su reto más importante: sacar a la economía de lo que pinta cada vez más como una recesión.
Bruno Seminario - Economista UP
“Un problema importante para el país es el crecimiento del empleo. No solo porque no ha crecido, sino por la alta migración. Con la llegada de los venezolanos, se triplica la cantidad de empleos que debe generar la economía para absorber a los trabajadores”.
Alonso Segura - Exministro de Economía
“Sí se ha visto menos urgencia en las políticas económicas frente a la que sí mostró la reforma política, que me parece plenamente justificada. Pero no ha tenido la misma atención la agenda económica y en un año en que al país le ha tocado bailar con una situación muy complicada”.
Carolina Trivelli - Economista IEP
“Hay mucha lentitud en temas de Reconstrucción. En esta coyuntura en particular, tenemos que asegurar esfuerzos enormes por gastar todo lo que es inversión pública. Que las carreteras en las que se invierte sean las correctas para actividades económicas”.
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