Por: David Pereda Z.
El reconocido abogado Yván Montoya, exjefe de extradiciones de la Procuraduría Anticorrupción, considera que Odebrecht puede seguir colaborando con la justicia peruana. “Si no, la Fiscalía continúa con todos sus mecanismos”, aduce. Advierte que políticos seguirán atacando el acuerdo con Odebrecht para protegerse.
Ante la revelación de otros pagos de Odebrecht, vuelven a cuestionar el acuerdo de la Fiscalía y la empresa. ¿Qué opina?
Son informaciones que fluyen a partir del acuerdo. Entiendo que la empresa trabaja para documentarlas. Si es así, no cabe cuestionar el acuerdo. Este da dos vías: si se detecta información adicional de proyectos negociados, la empresa debe documentar; si se halla información de otros proyectos, o colabora o no. Si no colabora, la Fiscalía tiene todo derecho de seguir las investigaciones en tanto no haya nuevo acuerdo sobre esto o adenda al acuerdo.
¿Cómo tomar esas críticas?
Hay suspicacia legítima en tanto el acuerdo no se publicó totalmente y la información de estos pagos aparece en un portal y no como dada por la empresa. Además hay nueva administración de Odebrecht y dar con alguna información toma tiempo. Esto genera sospechas. Quiero creer que en lo principal la empresa tenderá a colaborar.
¿Cómo ve a los políticos cuyos líderes son investigados en el megacaso Lava Jato?
La oposición de grupos políticos al acuerdo en gran medida se comprende porque los va involucrando. Hay clarísimos conflictos de intereses de sectores importantes del Congreso en relación a las investigaciones. Hay interés directo en proteger a sus líderes y a ellos mismos. Hasta que no se supere a los integrantes de este Congreso, veremos ese conflicto.
La Comisión de Alto Nivel Anticorrupción pide a la Fiscalía evaluar la posibilidad de publicar el acuerdo. ¿Qué piensa?
Ya el acuerdo fue aprobado en proceso riguroso por una jueza. Si ha quedado firme, no hay mayor impedimento para su difusión. Debería prepararse un resumen pedagógico para que haya una rápida entrada.
Participó de un importante esfuerzo anticorrupción, pero quien encabezó ese gobierno, Alejandro Toledo, sería otro corrupto. ¿Cómo evalúa eso?
Toledo sería uno de los mayores fraudes a la democracia: encabezó la lucha contra un régimen corrupto. El efecto es gravísimo: da impresión de que la democracia no servía. Felizmente, estamos en democracia y logramos grandes hallazgos.
¿Este Gobierno tiene una auténtica lucha anticorrupción?
Noto voluntad. Las reformas política y judicial son muy importantes. Pero hay algo en propia cancha del Ejecutivo: las políticas de integridad. ¿Cuánto se avanza para introducirlas? Las políticas de integridad son fundamentales para replantear conductas de funcionarios y monitorearlos, una reingeniería para prevenir la corrupción.
¿No es contradictorio que el Gobierno no muestre avance suficiente en estas políticas?
Si no quiere dar la señal de que las reformas política y judicial han sido un pretexto para mantenerse en el poder, porque no tiene partido, tendría que dar muestras adentro. Si lo está haciendo, que lo difunda, que se conozca cuánto es el aporte económico y cuánto se está haciendo en esto a nivel nacional.
¿Hay un abuso de la prisión preventiva?
No creo que, en términos globales, haya abuso. Sí hay casos concretos en que tengo discrepancias, que puedo contar con la mano. En el caso de Humala, era correcta pero no en el de Nadine: la compra de testigos involucraba más a él que a ella. En el caso de Keiko, estaba fundada la preventiva, pero tres años es exceso y podría contaminarse como adelanto de pena.
¿Cómo ve la casación de Keiko Fujimori? ¿El caso Humala es un precedente a su favor?
No es trasladable lo que el TC resolvió de Humala para esto. En el caso de Keiko, en segunda instancia recortaron elementos de sustento y quedó la perturbación a testigos por abogados. Es una incertidumbre. La obstaculización era evidente aunque indirecta. Los jueces tienen el desafío de evaluar mecanismos de obstaculización indirecta cuando hay estructura y alguien con capacidad de hacerlo.
¿El fracaso sobre la JNJ arriesga la reforma judicial?
Sí, la ha puesto en riesgo. Han fracasado de manera tan contundente y bochornosa que muchos que estarían en capacidad de participar se inhibirán con mayor razón. La forma de bloquear esto es hacer una reestructuración de sus formas y exámenes. Si no hay ese cambio y un mensaje claro, los buenos competentes y honestos ni se aproximarán. La selección sería entre la mediocridad del país.
¿Qué hacer como ciudadanos en la lucha anticorrupción?
La opinión pública especializada, ONG, portales, academia, mantiene interés pero en la ciudadanía en sí hay un relajamiento. Espero que ante episodios críticos, los ciudadanos vuelvan a manifestarse en las calles. A diferencia de otro país, cuando los peruanos salen contundentemente, determinan cambios. Cuando hay relajamiento, los políticos pueden acostumbrarse a lo de siempre.