El escritor y politólogo, Álvaro Vargas Llosa, aclaró también a través de una columna que en el Perú no existe una dictadura y que se respeta el Estado de Derecho, en referencia al caso de Alan García. ,El pedido de asilo diplomático del expresidente Alan García ha generado múltiples reacciones a ocho días desde que se quedó en la residencia del embajador de Uruguay, Carlos Barros. De esta manera, tanto Mario Vargas Llosa como su hijo y politólogo, Álvaro Vargas Llosa, se pronunciaron sobre este intento de evadir a la justicia. En el caso del columnista e hijo del Nobel de Literatura 2010, este comentó a través de un espacio en el diario La Tercera, de Chile, que "sería un grave hecho histórico que un asilo diplomático impidiera esta segunda vez que, en el caso de que las investigaciones propicien la apertura de un juicio, García pueda ser procesado en el Perú con las garantías del Estado de Derecho". PUEDES VER Wilbert Rozas sobre García: "El Gobierno no debe dar el salvoconducto" [VIDEO] En este sentido, el intelectual también destacó que "es evidente que no hay en el Perú una dictadura y que el Ministerio Público y los tribunales no son una parte de un esquema de poder diseñado por el Gobierno al margen de la legalidad constitucional (...)". De esta manera descartó la tesis presentada por el exdirigente aprista y otros que lo apoyan acerca de que existe una persecución política. También aclaró que a García se le investiga por sus vinculaciones con Odebrecht, tanto por el caso de la Línea 1 del Metro de Lima así como de un pago recibido de 100 mil dólares, provenientes presuntamente de la 'Caja 2' de la constructora brasileña. Por último, Vargas Llosa también se refirió al caso del fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, de quien dijo junto a su compañía que "quieren trabar el proceso de cambio y a los que tanto el fujimorismo como el APRA, el partido de García, han defendido y protegido desde el Congreso". Cabe precisar que Alan García tiene investigaciones por los presuntos delitos de tráfico de influencias, lavado de activos y colusión agravada. Poco después de conocer la orden de impedimento de salida del país por 18 meses, solicitó el asilo diplomático a la Embajada de Uruguay, en un intento por evadir la justicia.