La decisión de García partió de su convicción de que no tendría un juicio justo, sino una temporada de carcelería anterior al proceso mismo.,El pedido de asilo político de Alan García ha cambiado las cosas. No solo para él, que debe estar contemplando otro largo periodo de exilio. También para el sistema judicial, al que le ha salido una situación que no se esperaba. Con el asilo concedido (lo más probable) el gobierno entra al terreno de los problemas de imagen. La decisión de García partió de su convicción de que no tendría un juicio justo, sino una temporada de carcelería anterior al proceso mismo. De lo cual se han quejado ya los políticos afectados. La de García no es la salida más elegante, pero sí la más eficaz para ahorrarse la acción de lo que se llama un juez canero. La opiniones sobre todo esto están divididas, desde la condena cerrada a García y los demás acusados, hasta la de quienes han empezado a cuestionar la forma como se viene conduciendo la justicia en los casos de alto perfil político y mediático. Nadie duda del fondo, un difundido problema de corrupción endémica. Son las formas las que preocupan. El cineasta Alberto Durant ha posteado en Facebook un texto que transmite con elocuencia un tipo de duda sobre el particular. Nos permitimos transcribirlo: “No tengo duda que el gobierno de Uruguay le otorgará el asilo a Alan García. La justicia peruana ha incurrido en excesos reiterados con la figura de la prisión preventiva, que no ayudan en nada a una imagen de debido proceso. Todo empezó con la PP a Alejandro Toledo sin haberlo citado para escuchar sus descargos. Por eso será muy difícil que logren extraditarlo. Luego PP a Ollanta Humala y Nadine Heredia cuando nada podía llevar a pensar que saldrían del país para evadir la justicia. Luego PP a Keiko Fujimori en medio de una situación de caldera política. Igualmente creo que fueron excesivos los impedimentos de salida a Pedro Pablo Kuczynski y García. Creo que esto es demasiado. El proceso de justicia tiene su secuencia: sospecha, investigación, denuncia, acusación, juicio, defensa, y si el juez determina culpabilidad hay sentencia y cárcel. Antes no. Se puede estar forjando una imagen internacional que en el Perú hay persecución política que no es real. Lo que sucede puede estar más vinculado a fiscales y jueces actuando para la tribuna o en busca de protagonismo. Es solo una opinión de este modesto ciudadano”.