Luego está para Kenji la cuestión del poder, y mucho más que un reencuentro familiar. Es difícil imaginar su reingreso a FP sin una purga de los keikistas más caracterizados.,Kenji Fujimori viene recibiendo públicas ofertas de reconciliación con su hermana Keiko, pero hasta ahora no ha respondido ninguna. Quizás el silencio es porque los acercamientos no vienen acompañados de reales disculpas ni de propuestas concretas. Como que para Fuerza Popular ese acercamiento es una carta, pero no una prioridad. El tiempo está a favor de Kenji, pero acaso aún no es su hora, si acaso ella llegue. No tiene sentido que él dé respuesta alguna hasta saber exactamente con quiénes y sobre qué bases podría sentarse a negociar. FP tampoco lo tiene claro, y de allí también la vaguedad de las aproximaciones al hermano expulsado. El proyecto original de Kenji, que lo llevó a la ruptura y la expulsión, fue: a) vencer las resistencias de la hermana y su entorno a liberar a Alberto Fujimori; b) hacer valer su alta votación parlamentaria para influir en decisiones de FP, algo que al no ser obtenido llevó a su pedido de reorganización del partido. El primer punto sigue siendo un problema, quizás por otros motivos que antes en el 2017. Por lo pronto no parece haber una posición única sobre el tema. Hay declaraciones de FP en el sentido de que no insistirán en la ley pro-Alberto Fujimori. También hay pedidos de FP para que Martín Vizcarra resuelva (o más bien complique) la cuestión indultando al preso. Luego está para Kenji la cuestión del poder, y mucho más que un reencuentro familiar. Es difícil imaginar su reingreso a FP sin una purga de los keikistas más caracterizados. Es fama que este pedido de cabezas fue hecho por el propio Alberto Fujimori en su momento, con lista escrita y todo. A pesar de todo, no le ha ido mal a Kenji en los márgenes de FP. Tiene una identidad diferenciada y un grupo de seguidores en el Congreso, está libre de los problemas judiciales del cogollo keikista, es percibido como alguien más centrista y liberal que sus antiguos socios políticos. Podría salir bien librado de la crisis FP. Un balance de la situación es que Kenji no puede, ni debe, hacer nada político antes de que se aclaren las cuestiones de la libertad de su padre y la desgracia de su hermana.