Los colaboradores eficaces no solo han identificado a los que acopiaron el dinero sino también a los que intentaron pagar a los falsos donantes.,A lo que más temen las organizaciones criminales es a los testigos protegidos. El agente de inteligencia de la oficina de recaudación de impuestos, Frank J. Wilson, logró la proeza de encarcelar al mafioso Al Capone cuando consiguió que el contador de su banda, Fred Ries, testificara sobre los negocios secretos de su ex patrón (Al Capone: Chicago’s King of Crimen, Nate Hendley, 2010). Joe Valachi fue el primero en violar la omertà, el código de silencio bajo pena de muerte de la mafia, y en revelar públicamente la existencia del grupo del poderoso gánster Vito Genovese (Secretos de la Cosa Nostra, Peter Maas, 1972). Capone y Genovese hicieron de todo para impedir que Ries y Valachi hablaran, pero resultó inútil. Por las confesiones de estos terminaron en la cárcel. Sin la delación de Luis Arana Franco, el hombre que financiaba las actividades de la cúpula de Sendero Luminoso que se convirtió en testigo protegido del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN), difícilmente los agentes antiterroristas podrían haber localizado y arrestado a Abimael Guzmán y a sus cómplices (Inicio, desarrollo y ocaso del terrorismo en el Perú, coronel PNP (r) Benedicto Jiménez Bacca). Además, debido a las declaraciones que ofreció como colaboradora eficaz Matilde Pinchi Pinchi, la consejera, ama de llaves e íntima asistente de Vladimiro Montesinos, fue posible que alrededor de 150 integrantes de la organización criminal del régimen de Alberto Fujimori fueran identificados y condenados a prisión. Durante los juicios los imputados desplegaron grandes esfuerzos para desacreditar a Pinchi, pero la testigo protegida se mantuvo firme en sus revelaciones que en gran parte fueron documentadas y comprobadas, por lo que no recibió sentencia (Ocaso y persecución, Augusto Bresani León, 2003). Y, por supuesto, como lo reconoce el juez Sergio Moro, sin las llamadas confesiones o delaciones premiadas -reducción o anulación de pena a cambio de información verificable-, no se podría haber procesado y condenado a los integrantes de la mafia compuesta por funcionarios gubernamentales brasileños con las principales constructoras (Lava Jato, Vladimir Netto, 2016). El fiscal José Domingo Pérez también cuenta con varios testigos protegidos que acreditan que la dirigencia del partido fujimorista, encabezada por Keiko Fujimori, conocía de las aportaciones encubiertas a la campaña presidencial de 2011. Los colaboradores eficaces no solo han identificado a las personas que acopiaron el dinero sino también a las que intentaron pagar a los falsos donantes para que mintieran ante las autoridades diciéndoles que sí aportaron. El objetivo de las detenciones preliminares es presionar a los potenciales testigos para que decidan entre la prisión del silencio o la libertad de la confesión.