Como todo lo han perdido, ahora son capaces de todo. ,El fujiaprismo está construyendo una explicación que lo beneficie ante la creciente posibilidad de la explosión de una crisis de gobernabilidad, y hasta un conspicuo miembro de ese sector como el cardenal Juan Luis Cipriani vuelve al ruedo político para defenderlo. Lo que pretende sustentar el fujiaprismo es que está en camino un plan del presidente Martín Vizcarra para disolver el Congreso de la República con el fin de crear las condiciones para producir una nueva Constitución que le permita quedarse en Palacio después del año 2021. Eso es lo que se repite en la bancada fujiaprista, y en los medios y espacios cercanos al fujiaprismo, y el cardenal Cipriani lo replicó ayer en su espacio radial sabatino de RPP al señalar que la justicia se está usando como arma de ataque –en obvia alusión a las decisiones judiciales que perjudican a Keiko Fujimori y a su círculo íntimo, incluyendo su detención–, y que el presidente Vizcarra está aplicando una estrategia oscura para dar un golpe y cerrar el Congreso como lo hizo Alberto Fujimori en 1992. Esto ocurre en el contexto en el que tanto Keiko Fujimori como Alan García enfrentan acusaciones judiciales importantes, y cuando su capacidad de defensa en el plano político –que es donde siempre se protegen– se ha mellado notablemente por los graves errores que cometieron en los últimos dos años, solo quedándoles el fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, tanto para defender como para atacar. La estrategia fujiaprista tiene como objetivo blindar a Keiko Fujimori y Alan García buscando, por un lado, desprestigiar al presidente Vizcarra acusándolo de ser un golpista que quiere cerrar el Congreso solo para protegerse de la acusación de corrupto que van a mover desde la fiscalía de Pedro Chávarry a propósito del caso Chinchero. Y, por el otro lado, el fujiaprismo quiere impedir el referéndum del 9 de diciembre que, previsiblemente, va a favorecer al Gobierno. Con ese fin, se está produciendo un acercamiento reunificador de los dos fujimorismos del Congreso –Fuerza Popular y Avengers– y de los dos sectores del Apra –por eso esta columna prefiere llamarle hoy fujiaprista en vez de fujialanista– que el jueves presentó un proyecto para mutilar el referéndum. Aunque luego retrocedió, quedó claro de qué son capaces. Un fujiaprismo desesperado apunta hoy contra el presidente Vizcarra, los jueces y fiscales que los investigan, y el periodismo. Como todo lo han perdido, ahora en el fujiaprismo son capaces de todo.