Lo cierto es que no es la prensa la que incomoda a estos funcionarios, son sus propios errores, faltas, despilfarros y otros trapitos.,Primero fue Luis Galarreta quien, en lugar de responder los justificados cuestionamientos sobre los gastos del Congreso, mandó a callar a la “prensa mermelera”. ¿Le dirá lo mismo a la Contraloría cuando haga la investigación del caso? Luego le ha seguido Karina Beteta: “Lo único que tengo claro es que hay un cargamontón y una campaña sistemática en pretender demoler al Parlamento. Por ello, adelante, cierren el Congreso”, dijo la congresista fujimorista este lunes. Beteta fue muy enfática en todo menos en dar una respuesta clara sobre las costosas rosas importadas que compra la mesa directiva fujimorista e incluso dijo que el presidente debería “tomar las riendas” y proponer un cierre de nuestro Parlamento. Lo cierto es que no es la prensa la que incomoda a estos funcionarios, son sus propios errores, faltas, despilfarros y otros trapitos. Se creen los vivos al intentar comprar computadoras por 34 mil soles cada una y termina saliéndoles el tiro por la culata. Segunda compra frustrada de computadoras para Fuerza Popular, pregúntele sino a Luz Salgado... Ahora bien, cuando todo en el Congreso parece lo suficientemente trágico, aparece algo nuevo. Un informe de este diario investigó a fondo una discusión reciente: ¿Debe o no la SBS fiscalizar a las cooperativas? Este parece ser un debate de intereses y no de argumentos porque los primeros en oponerse han sido los más cercanos a estas entidades. Resulta que los congresistas de Fuerza Popular Víctor Albrecht, Úrsula Letona, Alejandra Aramayo y Rosa Bartra tienen créditos con Cooperativa San Isidro. El informe de La República no omite al parlamentario -también del fujimorismo- Miguel Ángel Torres, cuyo estudio de abogados Torres y Torres Lara “tiene a 18 cooperativas de ahorro y crédito como clientes”. Conflicto de intereses al por mayor. Me parece increíble que nuestros “padres de la patria” pidan ahora cerrar el Congreso, como quien le tira la pelota al pobre Martin Vizcarra, quien a las justas anda intentando mantenerse firme con la subida del impuesto selectivo al consumo. No es tan fácil, señores. Por todo lo que han hecho y hacen tendrán que rendir cuentas, si no a nosotros, a la justicia. Y pensar que todos los congresistas (su sueldo, sus gastos por funciones y el sueldo de sus asesores) nos cuesta 94 millones 765 mil 320 soles al año. A ver si el señor Galarreta se va a comprar sus flores al mercado...