Por qué el fujimorismo quiere volar el Lugar de la Memoria.,El LUM debe ser revisado en vez de dinamitado como quiere FP usando a Edwin Donayre –el Mamani de los derechos humanos–, para que en verdad conmueva al asistente. Gracias a la patraña de este general montesinista, y como me ocurrió con los comentarios disparatados de Karina Calmet, que me apuraron a ver La Casa Rosada, el domingo fui al LUM y constaté la gran cantidad de gente gracias a este par de rey Midas cultural que vuelve exitoso lo que toca. Fui con la mente bien abierta para ver si la crítica de FP al LUM tiene asidero. Y, la verdad, o nunca han ido; o son un poco tontos y no ven lo que sí hay y ven lo que no hay ahí; o, lo más probable, mienten por consigna. En el LUM están los atentados terroristas que desquiciaron al país, con toda la insania de Sendero Luminoso y el MRTA. Están, también, el rescate de Chavín de Huántar, la carta del comandante y héroe Valer. Pero están, también, los atropellos de las fuerzas del orden contra las poblaciones azotadas por el terrorismo, en un fuego cruzado por la irresponsabilidad de Fernando Belaunde y Alan García, un par de Poncios Pilatos que se lavó las manos en el ande soltando ahí a la fuerza armada. Y luego, de Alberto Fujimori, con sus grupos de aniquilamiento. La exposición está bien balanceada, con la gente como eje, pero FP propone mediante sus topos –Donayre, Tubino, Giampietri, Tudela– dinamitarla para contar solo una parte de la historia, que es contarla mal, al punto de seguramente querer poner ahí un monumento a Fujimori, Montesinos y el grupo Colina, y llegando a la majadería de Francesco Petrozzi de, antes de informarse, crear su comisión investigadora del LUM para tener su juguete con todas sus prebendas como Rosa Bartra en lava jato. El problema del LUM, como ha señalado Juan Carlos Tafur, es que es un museo ‘edulcorado’, para que no se enoje el fujimorismo y la fuerza armada. Estos espacios deben, como en Berlín por el holocausto, Hiroshima por la bomba atómica, Santiago o Buenos Aires, conmover, zamaquear, perturbar, estremecer, empujar a pensar para que nunca vuelva a pasar. Vaya al LUM, y saque sus conclusiones, pero creo que este debiera revisarse para en verdad perturbar al asistente por los años del terrorismo. Mientras, vaya a Yuyanapaq en el ministerio de cultura –que debe ir al LUM–; lea Los rendidos de José Carlos Agüero; vea La casa rosada; vaya a Casa Yuyachkani a Sin título, técnica mixta; y no se pierda la gran producción artística de Alfredo Márquez con Katatay en el ICPNA de Miraflores.