Este diez de mayo, en el Día del Archivero Peruano, es bueno recordar a personas que ayudaron, ayudan, a una mejor labor en varias instituciones y también en las empresas periodísticas.,Ahora ya todo está digitalizado, ahí tenemos Google, Wikipedia y numerosas aplicaciones como Feedly, Scribd, Pinterest, etc. Pero hubo un tiempo en que debíamos bajar al archivo y sumergirnos en un mar de papeles amarillentos, infinidad de recortes, fotos en blanco y negro, contactos, fax, libros de todo tamaño y grosor, revistas, etc. Allí, rodeados del moho y de olor a guardado, se encontraba siempre fiel y eficiente, un compañero inseparable: el humilde archivero. Este diez de mayo, en el Día del Archivero Peruano, es bueno recordar a unas personas que ayudaron, ayudan, a una mejor labor en varias instituciones y también en las empresas periodísticas. Estos especialistas, a una sola llamada telefónica, se echaban a la búsqueda del dato o de la foto necesaria para completar una información. Algunos y algunas lucían una memoria prodigiosa, bastaba mencionar una fecha, un dato o un nombre y ¡zas! se dirigían al anaquel de donde extraían la carpeta requerida. Habían verdaderos rastreadores en este oficio de dar con el documento que se pedía. Aunque poquísimas veces reconocidos, el archivero demostraba en la cancha del trabajo diario ser una persona indispensable, clave, con su bagaje cultural importante. Era el que ayudaba a resolver problemas, el que manejaba varias disciplinas, el que incluso desasnaba a los redactores más pintados. Muchos de ellos, como los reporteros, no sabían de horarios ni de descansos, y se apasionaban tan igual o más que un periodista cuando se trataba de lograr una información. Y cuando la hallaban celebraban con apenas una sonrisa de misión cumplida. Estoy seguro que, al escribir estas líneas, más de un colega recordará a su archivero favorito. Yo los recuerdo a todos. Va por ello un abrazo desde esta columna, incluso a los que ya no están, pero que siempre estuvieron cuando más se les necesitaba. Un feliz día, muy emocionado.