La autonomía del presidente Vizcarra frente a Keiko.,Es una lástima que el presidente Martín Vizcarra debiera lentificar su entusiasmo por la reforma electoral, tanto porque esta se requiere para adecentar la política, como por el motivo detrás de su retroceso. Vizcarra aprovechó una entrevista en CNN para, cuando la política nacional apesta cada vez más, anunciar un proyecto para restablecer la bicameralidad, eliminar el voto preferencial, y corregir la forma de aplicar la cifra repartidora que convierte los votos en número de curules. Hay consenso en que son reformas valiosas para mejorar la calidad de la política, pero el mismo no alcanza a los congresistas, que son los que tienen la llave para aprobarlas pues afectan sus intereses, como es el caso del voto preferencial. En ese sentido, al día siguiente que el presidente Vizcarra hizo su planteamiento, los congresistas de Fuerza Popular salieron a oponerse. Héctor Becerril señaló que “es mejor actuar en sintonía de lo que necesita y requiere el pueblo, y el país no quiere la bicameralidad”. A su vez, una parlamentaria Tamar Arimborgo disparó por el twitter contra la propuesta del presidente Vizcarra con toda la audacia y matonería que solo otorga la ignorancia y la falta de preparación: “¿Es este el mayor problema que hoy preocupa a los peruanos? ¿Tenemos de nuevo ‘asesores’ sobones? Sr. Pdte., preocúpese por: inseguridad ciudadana, narcoterrorismo, enfriamiento de economía, desempleo creciente, etc.”. Ese mismo día, en coincidencia con la disconformidad de la bancada naranja de Keiko Fujimori, el presidente Vizcarra tuvo una declaración orientada a desacelerar su propuesta de reforma electoral, anunciando que se trata de iniciativas “de mediano y largo plazo” que ya se implementarían en las próximas elecciones, y que las normas que requieren celeridad son otras. Es una lástima este retroceso. Primero, porque son reformas electorales que pueden ayudar a mejorar la calidad de la política peruana. Y segundo, y quizá tan importante como lo anterior, porque este retroceso confirma que quien en realidad corta el jamón hoy es Fuerza Popular. Es evidente que el Ejecutivo y el Congreso tienen la obligación de dialogar, pero ojalá, también, un día el presidente Vizcarra pueda decirle a Keiko Fujimori ‘tampoco, tampoco’ en asuntos en los que crea que son importantes, y se pueda dejar de creer en opiniones como la de la congresista Gloria Montenegro cuando dice que “Martín Vizcarra es el presidente del fujimorismo”.