Pocos se acordarán de Paul Breitner, un guerrero, un hombre que lo ganó todo con la selección alemana, el Bayern y el Real Madrid.,Pocos se acordarán de Paul Breitner, un guerrero, un hombre que lo ganó todo con la selección alemana, el Bayern y el Real Madrid y que, luego de haber logrado la copa mundial en 1974, se rehusó a jugar en Argentina 78 ¿El motivo? Su rechazo a la dictadura militar. Aquella vez en la revista Stern atacó a Videla, a la federación alemana por acudir al torneo y llamó a sus compañeros a no ser “eunucos políticos”. Por entonces lo calificaban de “intelectual rebelde”, lo veían como un bicho raro pues leía el libro rojo de Mao y los diarios del Che Guevara. Pues bien, hace unos días, el 21 de marzo, en el diario español El País, Breitner hace varias reflexiones del fútbol actual. La principal es que el que quiera ganar algo a nivel mundial debe jugar el fútbol como lo hace el Barza y España. Para él, el tiki taka español es el fútbol vigente y lo será del futuro. “El Barca de Guardiola era Brasil con más movimiento, más velocidad y, sobre todo, con más condición física”. El fútbol antiguo, opina, se hacía en función del rival, sin derecho a producir ideas, sin libertad, era el técnico quien decidía el planteamiento, todo era muy rígido. En cambio hoy “los jugadores son más libres y responsables para contrarrestar al rival, para controlar lo que sucede en una zona del campo, en cada momento, deciden cuándo acelerar, cuándo detenerse, dónde y cómo defienden, pueden idear soluciones”. Orden en defensa y caos en el ataque, eso es táctica moderna, dice el ídolo alemán. Otra idea de Breitner es que el tiki taka requiere más físico de lo que parece, mucho más movilidad. “Xavi, Iniesta, Thiago, Bernat… son capaces de correr cinco horas sin parar”. Y requiere una mentalidad fuerte: pensar en dar espectáculo, pero sobre todo en ganar. Importantes lecciones para el fútbol de un hombre que sabe ver fútbol. Del que cree que el tiki taka requiere orden defensivo desde arriba. Y caos en la ofensiva, es decir libertad para hallar soluciones hasta lograr el gol. A tener en cuenta sus palabras.