El destino pone a PPK y A. Fujimori en la misma ruta.,Sus respectivos problemas –un indulto que hace agua y una presidencia que se tambalea–, enmarcados en una dinámica vinculada, han logrado que los destinos de Pedro Pablo Kuczynski y Alberto Fujimori dependan uno del otro y los ha vuelto socios en el objetivo de la sobrevivencia. Por un lado, ya es evidente que el indulto otorgado por PPK a Fujimori es vulnerable. Primero, porque el Colegiado B de la Sala Penal Nacional resolvió que dicha gracia no alcanza al caso de la matanza de Pativilca, el cual tiene varios elementos comunes a los que ya produjeron una condena al ex presidente. Segundo porque la Corte IDH podría anular el indulto. ¿Hay algo que podría hacer Kuczynski para ayudar a Fujimori? En teoría, nada, pues los fallos de la Corte IDH son de cumplimiento obligatorio, y la justicia local debe ser independiente del poder político. ‘En teoría’, pues el poder político que otorga una presidencia, por más debilitada que esté, como lo está la de PPK, siempre ofrece la posibilidad de influir de distintas maneras. Por ejemplo, indultando otra vez a Fujimori ante una condena en el caso Pativilca. O, aunque sería muy lamentable, desacatando un fallo de la CIDH como pregonan con irresponsabilidad coincidente algunos integrantes del gabinete ministerial que ven oscuridades donde las cosas están muy claras, o mototaxistas como Luis Galarreta. Para Alberto Fujimori, que no posee la simpatía de la hija que aún tiene gran peso en el congreso, tener el apoyo del presidente Kuczynski constituye una gran ayuda ante los problemas que se le vienen. PPK, por su parte, enfrenta la amenaza de una vacancia presentada por la izquierda pero que no hay duda de que su principal promotor es FP, el partido de Keiko Fujimori. La superación de la amenaza de la vacancia pasa por varios factores, pero, en última instancia, todo pasa por impedir que se junten los 87 votos para la destitución. Y uno de los caminos para lograrlo es reducir el peso de la bancada de Keiko Fujimori, que ahora ya tiene 60 curules, trece menos de los que tenía al inicio del lustro político, pero con el dilema de que seguir a amenazando con la vacancia la puede dejar con menos parlamentarios, como le ha advertido la disidente Maritza García: “Mientras más hablen de la vacancia, menos quedarán al interior de FP”. Por ello, en FP ya están preparando los files para expulsar del parlamento a varios ‘avengers’, con el fin de detener la hemorragia.