Un pleito sin ninguna idea pero sí con mucha ambición.,Mientras crece la intensidad y sonoridad del pleito entre Keiko y Kenji Fujimori, aumenta, también, la interrogante de por qué se pelean tanto, y la única respuesta es, por lo visto hasta ahora, que la lucha no es en torno a ideas sino por cuotas de poder para dirimir quién corta el jamón en el fujimorismo, con todo lo que ello implica en el reparto de las candidaturas, incluyendo la presidencial de estos dos hermanos en 2021. El pleito entre las dos alas políticas herederas de Alberto Fujimori tiene dos desenlaces posibles: la reunificación a partir de un acuerdo negociado, o la ruptura definitiva. Los más sensato para las dos esquinas del ring sería negociar un acuerdo, pues ir divididos a la elección implicaría su tercera derrota consecutiva frente al antifujimorismo. Pero en política, especialmente cuando esta se vuelve el escenario para el ajuste de cuentas familiares, las decisiones no suelen ser guiadas por la razón sino por la pasión. Para Keiko, el dilema es no perder más congresistas de los diez que ya perdió, pero ello implicaría ceder algo del manejo del partido a Kenji y su padre, lo cual encierra el riesgo de que esté metiendo un caballo de Troya que le haga perder el control de FP. Para Kenji, el planteamiento es que no hay reconciliación sin una restructuración que pase por la elección de nuevos dirigentes y candidatos. Entre las amenazas de Bienvenido Ramírez y Maritza García, por el lado de Kenji, y las bravuconadas de los mototaxistas Cecilia Chacón, Úrsula Letona, Daniel Salaverry, Miki Torres o Héctor Becerril, entre otros que se guían por el ánimo de servir a Keiko así como por el miedo por lo que significaría para ellos el retorno de Alberto -a través del benjamín-, queda claro que en este pleito de diferentes tonos de naranja no hay tantas ideas sino mucha ambición de poder Algo que es lógico en una bancada como la de Fuerza Popular que en el último año y medio no ha ejercitado mucho el seso en el parlamento, pero sí el músculo de la agresión. A esta agrupación se le ha visto mucha protesta y ninguna propuesta. ¿Por qué pelean, entonces, Keiko y Kenji? Por cuatro cosas: 1. Por el manejo de la organización de FP, es decir, por quién corta el jamón en el partido. 2. Por la posición ante el gobierno de PPK. 3. Por el reparto de las candidaturas municipales/regionales y parlamentarias. 4. Por la candidatura presidencial 2021. Es decir, Keiko versus Kenji/Alberto Fujimori no se trompean por ideas sino solo por el poder.