Vivimos un estado de emergencia institucional. La frágil democracia peruana está bajo ataque del fujimorismo y el aprismo. De cara al futuro, el aprismo intenta no desaparecer tras el 5% que le regaló el oscuro JNE en las últimas elecciones y en medio de la más peligrosa acusación que Alan García y Keiko enfrentan (Odebrecht), y en la que sus tentáculos son limitados. Uno: El fujimorismo de Keiko y el aprismo de García han aprobado un texto de Reforma Electoral que no impide que se postulen a cargos públicos acusados por lavado de activos o violación a derechos humanos. ¿Por qué? El APRA y Fuerza Popular son los partidos con mayores nexos con presuntos grupos de narcotráfico y lavado de activos, según la última investigación del equipo investigativo peruano más galardonado internacionalmente, Ojo Público: https://goo.gl/4185TP. Dos: También han votado para que no se sancione políticamente a las agrupaciones que han recibido fondos ilícitos. Fuerza Popular y Keiko (y otros de sus integrantes) tienen procesos abiertos por lavado de activos como crimen organizado https://goo.gl/g3hq66. Así el narcotraficante o lavador solo tendría que pagar su multa para que su inscripción siga intacta, cuando lo correcto sería que se sancione con la pérdida de la inscripción. También le quitaron al ONPE la facultad de exigir a los partidos rendir cuentas durante la campaña. Es grave, con su mayoría están legalizando lo ilegal, enturbiando la política. Tres: El fujimorismo y el aprismo intentan un golpe contra el Tribunal Constitucional. Han votado para que la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso (de mayoría fujiaprista) investigue a los magistrados del TC y de hallarlos culpables pueden destituirlos. La coartada es que los magistrados han cambiado la sentencia anterior que decía que el caso El Frontón no era de lesa humanidad y podía prescribir, y que la nueva sentencia dice que sí es lesa humanidad y no puede prescribir. Los magistrados han denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos esta amenaza a su independencia y obstrucción a sus fueros por parte del Congreso y explican que el cambio en la sentencia se debe a que la antigua tenía un error en el cómputo de los votos. Con 14 votos apristas y fujimoristas se ha atentado contra la independencia de poderes, la autonomía y búsqueda de justicia y estarían por dar la última estocada a la institucionalidad y la democracia (https://goo.gl/XMfhaP) Cuatro: El fujimorismo sigue sirviendo a intereses económicos poderosos en vez de servir al pueblo. No solo insiste en perdonarle millonarios tributos a LAN; acordaron con este gobierno perdonar a las grandes transnacionales sus millonarias elusiones de impuestos bloqueando la norma XVI (https://goo.gl/jkuWpM) Cinco: Gustavo Gorriti ha puesto al descubierto al fiscal Peña Cabrera que viene protegiendo a Alan García. Durante el interrogatorio a Marcelo Odebrecht guardó compremetedor silencio sobre Keiko o AG. Luego ha intentado dos veces intervenir en el acucioso trabajo del fiscal Pérez Gómez diciéndole que no debía preguntar a Marcelo Odebrecht sobre AG. Acá el oficio donde Pérez Gómez denuncia a Peña Cabrera a Control Interno: https://goo.gl/RVcz6w. Este fiscal y su protegido debilitan la institución de la Fiscalía, obstruye los ideales de justicia del país y debilita la lucha contra la megacorrupción política. Seis: Ppk ha canjeado su debilidad, su conveniencia personal, su incapacidad de liderar, su temor a investigaciones por Odebrecht o Lava Jato por el indulto a Fujimori o alguna fórmula similar. El daño a la democracia es tremendo, no solo porque se toman decisiones injustificables ante la ley, la justicia y la democracia por pura conveniencia personal, sino que el mensaje que se da al país y a su tolerancia al crimen, a lo corrupto en la política y a cómo la justicia es relativa a los intereses políticos es un crimen moral y político en detrimento de todo lo que llamamos patria. Siete: Estas personas no nos representan; degradan con su accionar la calidad de nuestra democracia; son los enemigos del Perú.