El expresidente de la Comisión Lava Jato publicó su libro “Estado Corrupto”, el primer registro del modus operandi del mayor escándalo de corrupción que lideró Odebrecht en el Perú.,El grupo de trabajo que lideró el excongresista Juan Pari fue el primero en desmenuzar el Caso Lava Jato en el Perú, aun cuando el mayor escándalo de corrupción de la región no daba luces de sus efectos. Entre los meses finales del 2015 y los primeros del 2016 investigó, emitió tres informes finales, pero los mismos fueron enterrados. A finales de 2016, Odebrecht confesó en Estados Unidos que sobornó en el Perú a diestra y siniestra, y fue recién a partir de ese antecedente que todos miraron con atención lo que investigó Pari. Hoy, su libro “Estado Corrupto” es el primer registro del modus operandi que el “cártel” de empresas brasileñas desplegó para hacerse de millonarios contratos en el país. PUEDES VER Rosa María Palacios: "No hay sustento legal para acusar constitucionalmente a PPK" [VIDEO] ¿Cuál es la valoración que hace sobre el modus operandi de la corrupción que generó el Caso Lava Jato? De cómo la corrupción ha utilizado todo el sistema político para que funcionen los negocios, de cómo la corrupción ha hecho que el Estado esté en función de los intereses de las empresas corruptas, lo cual ha generado todo un marco normativo. Han desactivado los sistemas de control que tiene el Estado. Ninguna alarma ha funcionado del país. Lo que se ha conocido de la información de Estados Unidos, de Brasil (sobre Odebrecht), no ha sido por las alarmas de nuestro propio Estado. ¿La desnaturalización de la actividad empresarial es consecuencia de esta “alianza” entre el poder político y la corrupción? Claro. Ha llegado a que estas empresas corruptas se conviertan en los primeros antisistémicos reales, puesto que desestructuraron todas las leyes del mercado. Ya no funcionaba el tema que indica la Constitución como una economía social de mercado, sino que ellos se repartían el mercado a través del cártel, del funcionamiento monopólico de estas empresas corruptas liderado por Odebrecht y conjugado con las otras empresas brasileñas: OAS, Camargo Correa, Queiroz Galvao… Estas empresas son el ‘clube’ que menciona en su libro, quienes se coludían para repartirse las obras, mas no para competir. Había varios niveles de repartición. Por un lado, en qué países se repartían, (...) y dentro del país también. Por eso encontramos en casi todas las licitaciones que terminaban como único postor las empresas brasileñas y liquidaban todo el sistema de competencia real que debería haber entre las empresas que van a un sistema de negociación o licitación. (..) La otra forma de desnaturalizar fueron algunos principios, herramientas básicas para el desarrollo del país que se desnaturalizan también, como es el caso de las APP (Alianza Público Privadas). Las APP sirvieron para que el Estado termine financiando a las empresas corruptas, (como el) caso del Gasoducto donde los usuarios tenían que ser descontados de los recibos de luz, o en el caso de la Línea Amarilla que se cobró el peaje mucho antes de que llegaran al 70% (del avance de la obra). El Estado se convirtió en un tributario de la corrupción. Con esta premisa, ¿no había licitaciones a favor del país, sino de la empresa? Así es. Las licitaciones se marcaban bajos los intereses de las empresas y más aún intereses amarrados, condicionados porque terminaban siendo los únicos postores de las licitaciones. Ahora ya salió a la luz pública el sistema de corrupción, los funcionarios (involucrados), todos los elementos que ya veníamos sosteniendo con una sola firma. ¿Qué papel jugó la emisión de la Ley 28670 para IIRSA? Esta ley que se sacó el 2006 fue una ley de carácter retroactivo, con nombre propio para que operen las empresas brasileñas que tenían conflicto con el Estado, y no solamente para el tema de IIRSA, sino para el tema de Olmos y otros proyectos más. O sea, eran leyes que salían en menos de 24 horas, evadiendo todos los sistemas y reglamentos del propio Congreso y que en el fondo solo sirven para los intereses de las empresas, hacer que los organismo del Estado se conviertan en funcionales para los intereses de las empresas. ¿Qué pasó con los informes que emitió la Comisión Lava Jato que presidió? Los informes ahora están siendo recuperados por la actual investigación en relación a ese tema. La razón por la cual no se debatió en el anterior Congreso fue por intereses claramente políticos. La mayoría de representantes del Congreso dentro de la comisión eran gente comprometida con el gobierno que estábamos investigando. Entonces, en vez de asumir una función de hacer control político, se convirtieron en escuderos de las gestiones de esos gobiernos, hablo del Apra, de Perú Posible, del Partido Nacionalista… ¿No ve ahora esos mismos intereses políticos mermando el trabajo de la actual comisión que preside Rosa Bartra? Se nota que hay ciertas tendencias, espero que no prospere. Creo que la composición es mucho más diferenciada. Ahora ya no están los representantes de Humala ni los representantes de Toledo, pero sí todavía hay representantes del gobierno de Alan García que sería interesante que cuando se toquen los temas de García, los señores tomen una postura totalmente diferente al control político y no de escuderos. Pareciera que las investigaciones de la actual comisión Lava Jato no se enfocan en la contraprestación de la coima. ¿Coincide en que deben ir más allá de la sola recepción del dinero ilegal? La coima es una transacción, hay que entenderlo como una transacción, no es solamente la dación del dinero. Ahora hay que entenderlo después como una contraprestación del beneficio que logra la empresa corrupta por una licitación u obra pública. Tiene que estudiarse los dos lados, no pueden desligarse. Sobre este punto, ¿se justifica entonces las adecuaciones de la fiscalía para investigar a Alan García y Keiko Fujimori bajo el marco de la Ley de Crimen Organizado? El Ministerio Público tiene la potestad de darle la calificación en base a ciertos indicios. Hay cosas que han ocurrido dentro del tema Lava Jato, temas que responder a ciertos niveles de organicidad. Eso no significa que la calificación se dé a los partidos políticos, sino a la asociación de ciertos personajes para que funcione un tipo de delito. En todo caso ese es un tema que hay que seguir para adelante y seguir investigando si hay una relación delictiva o una organización delictiva en uno u otro caso. Sobre los depósitos descubiertos en Principado de Andorra, más funcionarios apristas relacionados Alan García han aparecido. ¿Prevé que se cerrará el círculo sobre su gestión? Son gente que han estado en funciones de su gobierno. Lo de Andorra es una situación que nos ayuda a entender de que la corrupción no solamente mira al funcionario público, también ata a los sistemas de control como Ositran, hay la coima para el señor Zevallos Ugarte, hay la coima para Alpha Consult… o sea, la teoría de que hay que pagar según el metrado, según el resultado; se cae porque los que verifican el metrado, los que verifican las adendas, los pagos finales, también han estado coimeados. ¿Cómo califica el desempeño de la actual Comisión Lava Jato? Esperemos los resultados. La señora Bartra está continuando el trabajo del señor (Víctor) Albrecht. Esperemos que haya resultados porque el Congreso tiene que legitimarse, porque no solo hubo el problema del archivamiento del informe que hicimos, también hubo la experiencia del 2008 cuando hubo una comisión que estudió el tema de la Interoceánica y oleó y sacramentó a Odebrecht diciéndole que es una empresa sumamente correcta (...) ahora sabemos de las coimas y todo el tema que se ha dado en IIRSA. Por eso deben tener una actitud abierta, firme, profunda de investigación y dejar el rol de ser escuderos, sino hacer un verdadero control político por el beneficio del país. Creo que esa es la tarea que tiene todas las comisiones del Congreso. ¿Esta firmeza aplica para insistir que el presidente Kuczynski declare ante Lava Jato? Yo creo que el presidente tiene que responder muchos elementos. Las declaraciones que ha habido donde está involucrada Proinversión, ahora último la declaración de René Cornejo, las declaraciones del señor abogado que hizo válido el contrato tuvo declaraciones que ponen en cuestión el rol del señor Kuczynski. Es válido y totalmente legítimo que el presidente aclare esos temas. El país necesita que el presidente asuma con responsabilidad los temas principales de este caso, si no lo hace estaríamos viendo que el primer ciudadano no está queriendo asumir con responsabilidad y aclarar los distintos temas. El presidente ha reiterado que responderá por escrito a la comisión. ¿Cómo interpretar esta conducta? Si bien es cierto que el presidente tiene la potestad de acudir o no (a declarar a la comisión), es un tema más moral y ético que el presidente tenga que responder las preguntas que haga el Congreso, no es una obligación. Pero sí es algo de responsabilidad más que de conciencia responder a un tema tan complejo e importante. Entonces no es un tema de hablar sobre el asunto de que la Constitución no lo obliga. Además, creo que la situación (de invitar) al presidente no es en carácter de investigado. ¿Esa misma actitud de la comisión se reflejó en la citación a Keiko Fujimori? ¿Fue oportuno convocarla en esta etapa de la investigación? Creo que el tema político hacía que la señora Keiko dé sus puntos de vista. Que los miembros de la comisión no hayan preguntado lo que debieron preguntar ya es otra cosa. Pero, la presencia de los actores políticos tiene que darse. ¿Qué reflexión nos deja su libro ‘Estado Corrupto’? Es un libro que revela cuatro casos importantes para entender cómo funcionaba la corrupción en el país. No solamente para conocer los hechos que ocurrieron, sino que debe servir cómo es que a partir de esa experiencia el país tenga que elaborar políticas públicas que conlleven a que la corrupción no se apodere del Estado, que la corrupción no se apodere de la política, la política tiene que reivindicarse en el país, la política tiene que recuperarse para construir país, no para destruir país a base de la corrupción.