Mea culpa indispensable que debe traer el mensaje de hoy.,El presidente Pedro Pablo Kuczynski empieza hoy el segundo año de su gobierno en un contexto muy distinto del que existía hace un año cuando arrancó su mandato. La diferencia principal entre un 28 de julio y otro es que, si hace un año existía un optimismo extendido por el gobierno de PPK, ahora hay un pesimismo igualmente amplio. Hace un año se pensaba que una administración como la de PPK, con un parlamento dominado por Fuerza Popular, producirá un escenario que, más allá de la natural tensión en una democracia entre gobierno y oposición, produciría las condiciones para que el lustro sea de progreso en el terreno económico y de reforzamiento en el plano institucional. No ha sido así, claramente, porque en los últimos doce meses fue imposible articular la convivencia básica entre un gobierno débil como el de PPK y un parlamento dominantemente naranja como el de Keiko Fujimori. Esta trabazón ha sido un obstáculo para el avance del país, pero el presidente Kuczynski y el gabinete presidido por Fernando Zavala –ahora con el ingreso de dos ministras para concretar un enroque en tres carteras: Energía y Minas, Midis y de la Mujer–, junto con la bancada de PpK, cometerían un grave error si creyeran que dicho impasse político, junto con las consecuencias de las acusaciones derivadas del caso lava jato, y los desastres por los huaicos y desbordes, explican todo el problema. Una identificación correcta del origen del problema, que se expresa en un país virtualmente paralizado, no solo incluye a los factores previamente señalados, sino, también, al gobierno de PPK por su gran dificultad para plantear una estrategia para salir del embrollo. Pero no solo está su dificultad para plantear esa estrategia, sino hasta su propio deseo de hacerlo en medio de la parálisis generada en el gobierno por la frecuente toma de indecisiones ante el temor de que el fujimorismo se moleste por lo que haga. Ojalá que ahora que se percibe el establecimiento de una suerte de tregua entre PPK y Keiko, el gobierno pueda, en el segundo año político que empieza hoy, superar su miedo al fujimorismo y entrar a tomar decisiones. El año que pasó fue muy malo para el Perú, y el gobierno de PPK tiene una gran responsabilidad en todo ese resultado negativo. Ojalá que el mensaje presidencial de hoy traiga un mea culpa por lo ocurrido desde julio pasado, así como las ideas y planteamientos para salir de la parálisis actual.