Estas Fiestas Patrias han terminado en algo que el programa 3D (La República Tv) ha llamado un nudo: un conjunto de situaciones complicadas en busca de desenlaces. La cosa no está en la elección del Congreso o en el mensaje presidencial, sino en lo que venga después. El segundo año de gobierno aparece sobre todo como una plaza de desafíos. Para Pedro Pablo Kuczynski el asunto estará en sobreponerse a la pugna con Fuerza Popular, un match que ya está desgastado, y concentrarse en pisar aceleradores de la economía. Una tarea que no solo debe ser realizada, sino también explicada a la población. Pues los beneficios a una mejor economía al público no van a ser automáticos. Esta combinación realizar/explicar también se tiene que aplicar al aspecto social de gobernar. La inversión pública ayuda a todos, pero no es lo mismo que el gasto social, un alivio a los más necesitados que necesitará el rostro político que no ha tenido hasta ahora. Ayudaría a PPK una pequeña dosis sostenida de populismo. Después del 28 Fuerza Popular se va a reencontrar con su problema interno, que incluye la capacidad de provocación de Kenji Fujimori. Las desafiantes pintas que dicen “Fujimori libertad” ya están en los muros de varias carreteras, y el liderazgo de Keiko Fujimori y de su círculo interno ya está claramente afectado. Sin embargo la estrategia de Kenji Fujimori parece concebida solo como un blitz y no para el mediano o largo plazo. De modo que el keikismo y la mototaxi van a tener una tregua. Su problema con esto es que un Kenji Fujimori arrinconado va a empezar a preparar planes para un grupo propio, dentro o fuera de FP, con el ojo puesto en lo municipal. “Si realmente quieres votar por Alberto Fujimori, entonces vota por la gente de Kenji” es el tipo de mensaje que puede traernos el futuro. Si este tercero en disputa se consolida, como un tándem padre-hijo, tanto PPK como Keiko Fujimori van a tener que batirse entre dos fuegos. Probablemente sea el fin de la gran bancada unitaria. El otro tema post-28 será el inicio de la gran ofensiva electoral de los grupos radicales del sur, cuyas primeras salvas ya estamos presenciando. “Si realmente quieres votar por Alberto Fujimori, entonces vota por la gente de Kenji” es el tipo de mensaje que puede traernos el futuro.