Por Moisés Barrantes Cabrera. Médico y docente de la Universidad Nacional de Trujillo.
Cuando el pesimismo y el desánimo dominaban en el sentir mayoritario de la población del país, debido al desorden social y la bajeza de ciertos políticos, aparecen grandes personalidades como luz de esperanza, cuyas presencias y palabras señalan que son la reserva moral e intelectual que tenemos y pueden alumbrar el camino. Este es el caso del médico Dr. Uriel García Cáceres.
Uriel García, encontrándose próximo a cumplir un siglo de vida, aparece en el escenario nacional como si fuera el 2022, año de Uriel. En su historia de vida se identifica a un destacado patólogo, maestro universitario, ministro de Salud en el gobierno de Fernando Belaúnde Terry, investigador de diversas patologías como la enfermedad de Chagas, salubrista, historiador y acérrimo defensor de la cultura mestiza y andina. El Dr. Uriel García nació en Cuzco.
Resulta así en el mes de julio pasado, que la presidente saliente del parlamento incluyó al Dr. Uriel García entre las personas que serían distinguidas con una medalla de reconocimiento. El Dr. Uriel, muy cortésmente, no aceptó tal distinción y dijo: “Debo declinar semejante honor, al considerar que las actuales instituciones tutelares del Estado peruano han perdido legitimidad y ya no representan la voluntad auténtica del pueblo”.
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El Dr. Uriel García iba a ser condecorado junto con los expresidentes del Legislativo Pedro Olaechea, Manuel Merino y Luis Galarreta. No aceptó porque no podía estar junto ni revuelto en esta ceremonia pública, en el mes del aniversario de la Independencia del Perú, consecuente con sus principios y valores democráticos. Brillante lección de un maestro auténtico.
Por nuestra parte, quiero compartir dos aportes del Dr. Uriel, en las clases que recibimos del doctorado realizado en la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Uno se refiere al significado del choque de culturas que se produjo con el descubrimiento de América. No solamente hubo conquista-invasión de europeos en nuestro continente, sino también hubo enfrentamiento de agentes patógenos, infecciosos, en forma bidireccional.
El otro aporte se refiere a la gesta de Daniel Alcides Carrión García. Aprendimos con Uriel García que Carrión, mártir de la medicina peruana, como representante de la cultura mestiza, respondió al llamado de la patria, invadida en la guerra con Chile. Siendo estudiante de medicina de la Universidad de San Marcos, Carrión demostró que la verruga peruana y la fiebre de la Oroya eran dos expresiones de una misma enfermedad. Lo logró descubrir y explicar, antes que el enemigo lo hiciera.
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Pero la mayoría aprendió a conocer a Uriel García en su gestión política como ministro de Salud, convirtiéndose en abanderado de la salud pública, al incorporar las sales de hidratación oral, de gran ayuda en los cuadros de diarrea con deshidratación. Las bolsitas salvadoras fueron uno de los mejores aportes a la salud colectiva en muchos países. Obra del maestro Uriel.
A las grandes personas se las conoce mejor en los momentos más difíciles. Sucede con Uriel García Cáceres. Es él y su circunstancia. Su circunstancia ha sido y es hermosa: la patria, la sociedad, la medicina, la educación y la cultura mestiza y andina. Así cultivó las ideas de justicia social y democracia auténtica, ideas que las mantiene porque sus principios y valores duran más de cien años.
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