La tensión entre Venezuela y Guyana persiste debido al conflicto territorial por el Esequibo. El presidente Nicolás Maduro recientemente promulgó la Ley Orgánica para la Defensa de la Guayana Esequiba, la cual implica la creación de un Estado en el espacio en disputa. Por su parte, el Gobierno de Guyana, liderado por Irfaan Ali, se declaró en contra de la ley venezolana sobre la región rica en petróleo y recursos naturales y recalcó que se trata de una “violación flagrante” del derecho internacional.
Maduro y Ali se acusan mutuamente de quebrantar los acuerdos de “no conflicto” sobre el Esequibo, hasta que haya un pronunciamiento oficial en cortes internacionales de justicia.
La República conversó con el politólogo Benigno Alarcón sobre la situación actual de la escalada de tensión entre Venezuela y Guyana por el Esequibo; las consecuencias sobre la acusación del líder chavista, en la que denuncia que hay bases militares de Estados Unidos en la región en disputa, y la posibilidad de que el régimen suspenda las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio.
― Maduro promulgó una ley que crea un Estado en el Esequibo: ¿qué consecuencias tendrá el acto del régimen?
― La realidad es que todo lo que actualmente el Gobierno hace con relación al Esequibo está condicionado por la situación política interna del país. En otras palabras, Venezuela trata de cuestionar al país con un discurso nacionalista que hasta ahora no le ha dado ningún resultado.
Trata, al mismo tiempo, de dar la imagen de que está respetando la voluntad del pueblo, supuestamente expresada en un referéndum, donde hasta el día de hoy no hay ninguna certeza de cuántas personas participaron, pero que evidentemente fueron muy pocas. No tanto porque a los venezolanos no les preocupe el tema del Esequibo, sino porque los venezolanos no están de acuerdo con nada de lo que hace el Gobierno, incluida la forma en que ha sido manejado el tema del equipo.
Obviamente, hacia fuera, este tipo de acciones tienen consecuencias en el sentido de que alejan a varios Gobiernos de la región que hasta ahora han sido aliados del chavismo, y que hoy en día se sienten muy incómodos con su proceder. Asimismo, es predecible que acciones como estas formarán parte del expediente que se lleva en la Corte Internacional de Justicia, porque, evidentemente, el proceder del régimen se coloca de espaldas al derecho internacional. Pero repito, sus motivaciones tienen que ver más con los problemas políticos internos que con la situación externa.
Nicolás Maduro y Irfaan Ali se acusan de violas los pactos de "no conflicto" por el Esequibo. Foto: composición LR de Jazmin Ceras/AFP
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― Guyana advirtió de que no tolerará la anexión del Esequibo por parte de Venezuela: ¿cuál es la percepción de la población de Guyana sobre la disputa territorial?
― A todo evento, es fácil imaginar que la población guyanesa toma estas declaraciones como actos de agresión, porque independientemente de los títulos legales que Venezuela pueda alegar para defender la titularidad de parte del territorio del Esequibo, es evidente que en ese territorio hay una población establecida desde hace ya bastante tiempo que no tiene ninguna identidad con nuestro país.
― Maduro acusó a Guyana de permitir instalaciones de bases militares de EE. UU. en la zona en disputa ¿cómo afecta la denuncia al conflicto por el Esequibo?
― No creo que la denuncia de Venezuela tenga algún efecto en la disputa por el Esequibo. La única posibilidad de que Venezuela se atreva a actuar militarmente en el territorio en disputa sería solo por razones de política interna, que tienen que ver con la difícil situación que vive el Gobierno de cara a la elección presidencial del próximo mes de julio.
Incluso algunos analistas piensan que el Gobierno podría hacer algún intento de escalar el conflicto para tener una justificación que le permita suspender las elecciones. Incluso ese escenario, en mi caso, yo lo veo muy cuesta arriba.
Desconozco alguna instalación militar norteamericana en territorio del Esequibo, pero independientemente de que nos guste o no, no es un escenario que sea descabellado, al considerar que Guyana ejerce de hecho posesión y control sobre ese territorio y, por lo tanto, al igual que hizo con las concesiones petroleras, podría tener algún acuerdo de índole militar con Estados Unidos. Ese escenario se vuelve mucho más probable si consideramos la tensa situación que ha habido entre ambos Gobiernos desde hace algún tiempo para acá. Pero al final del día, esto no tiene ninguna consecuencia de índole jurídica de cara a las decisiones que podría tomar próximamente la Corte Internacional de Justicia.