Al menos 16 personas murieron tras el derrumbe en la mina Bulla Loca, ubicada en estado Bolívar, en el sur de Venezuela, según un balance actualizado de las autoridades locales. Hasta el momento, se reportaron 17 heridos. Los trabajos de rescate concluyeron este jueves 22 de febrero en el campo minero a cielo abierto.
El gobernador de Bolívar, Ángel Marcano, informó que el número de víctimas puede incrementar con el pasar de las horas. Mientras tanto, un sobreviviente contó todo lo que atravesó tras terminar sepultado por una enorme cantidad de tierra.
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“Yo le doy gracias a Dios que estoy vivo. Yo estaba ahí orando, orando. Yo sentí que Dios me agarró y no sé. Es cosa de milagro”, contó Yorvi Hernández, quien se encontraba en una cama tras el trágico accidente.
“Todos mis compañeros, uno que otro muerto, y todos los que estaban al lado mío quedaron fallecidos. A la gloria de Dios, estoy aquí”, relató el sobreviviente del derrumbe de la mina ilegal de oro en Venezuela.
La mina Bulla Loca queda en La Paragua, estado Bolívar, en Venezuela. Foto: Tal Cual
El accidente ocurrió la tarde del martes 20 de febrero en la mina Bulla Loca, a siete horas de navegación por río de La Paragua (estado Bolívar, sur). Decenas de personas estaban trabajando en la cantera a cielo abierto cuando repentinamente un alud de tierra cayó y atrapó a varios de los mineros, mientras otros lograban saltar despavoridos.
Un balance ofrecido por el mandatario Nicolás Maduro de 15 muertos y 11 heridos fue luego actualizado a 16 fallecidos por el secretario de Seguridad Ciudadana de Bolívar, Edgar Colina Reyes, en contacto con la AFP.
"Transmito mis condolencias a los familiares y allegados de estas personas que lamentablemente fallecieron en este accidente al desplomarse esta mina ilegal", declaró el presidente en una transmisión por la televisión estatal.
Familiares de uno de los mineros muertos lloraron desconsolados mientras trasladaban su cuerpo en la cajuela de un camión dentro de un cajón de madera. Lo llevaron hasta una pequeña vivienda con techo de zinc, donde su madre se abrazó con otros familiares.
"Mi hermanito, mi hermanito", lloraba una niña cerca del cadáver, cubierto con una sábana en una sala repleta para el velatorio. Por otra parte, grupos de jóvenes en moto acompañaron los camiones con los cuerpos traídos desde la mina.
Con información de AFP.