Felipe Espinosa Tecuapetla se graduó como ingeniero en la Universidad Autónoma de Puebla, México, a la edad de 84 años. Su historia motiva día a día a los jóvenes y adultos mayores que, por dificultades económicas, familiares o de cualquier índole, ven frustrada su vida académica.
Cuando era niño, tuvo que dejar sus estudios por la muerte de su padre y empezó a trabajar a los 7 años para ayudar a su mamá. De adulto, priorizó el cuidado de sus cinco hijos. Pero, cuando todos se convirtieron en mayores de edad, Espinosa decidió retomar su formación en primaria, secundaria y universidad.
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Don Felipe, como es conocido, comenzó a asistir a las clases con jóvenes que podrían ser sus hijos o nietos en 2016. A la par, vendía tomates, ajíes, cebollas, entre otros alimentos en la Central de Abastos de la ciudad de Cholula para pagar sus estudios universitarios. No dejó ni un solo día de acudir a clases.
“Nunca es demasiado tarde para continuar en la vida porque los sueños tienen que hacerse realidad y con mucho esfuerzo esto se puede conseguir”, dijo en una entrevista para el medio mexicano Nmas.
Uno de los mayores retos que tuvo durante la carrera fue el uso de las nuevas tecnologías, pero confesó que aprendió a utilizar la computadora y demás aparatos para lograr el ansiado diploma de graduado.
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En 2021, recibió el título como ingeniero de Procesos y Gestión Industrial, está estudiando inglés y ahora busca cursar una maestría.