Néstor Vera, alias “Iván Mordisco”, principal jefe de las disidencias de las FARC, murió junto a otros nueve rebeldes en un ataque de las fuerzas armadas de Colombia en el suroeste del país, informó el ministerio de Defensa este viernes 15 de julio.
“Esta operación permite la neutralización de nueve individuos de ese frente primero de las disidencias de la FARC y la neutralización de alias ‘Iván Mordisco’”, dijo a medios el encargado de la cartera, Diego Molano.
“Cae el último gran cabecilla de las FARC y se da una estocada final a las disidencias”, agregó el ministro.
Desde hace varias semanas, 500 miembros de las fuerzas armadas se desplegaron por las selvas del departamento de Caquetá para dar con Mordisco, quien asumió recientemente el mando de las disidencias tras la presunta muerte de ‘Gentil Duarte’, detalló el comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro.
El 8 de julio los militares lanzaron “una operación estratégica con el esfuerzo principal de la Fuerza Aérea” en la que murieron los diez rebeldes, detalló el general.
En julio de 2016, faltando cuatro meses para la firma del acuerdo que puso fin a cinco décadas de insurgencia, Vera se convirtió en el primer jefe de las FARC en abandonar el proceso de paz junto a varios subordinados del frente guerrillero Armando Ríos.
El Gobierno ofrecía una recompensa de casi 700.000 dólares por información sobre su paradero.
Asumió el mando de casi 2.000 rebeldes tras la presunta muerte de alias ‘Gentil Duarte’ quien lideró el llamado Bloque Suroriental de las disidencias hasta finales de mayo, cuando cayó en Venezuela durante un combate con una banda de narcos, según la inteligencia colombiana.
Según el Gobierno, Mordisco se encontraba en medio de una feroz disputa por las rutas del narcotráfico con otra facción disidente llamada Segunda Marquetalia, liderada por el exjefe de las FARC, Iván Márquez, quien hizo parte del acuerdo antes de retomar las armas en 2019.
Colombia sostiene que Márquez fue objeto de un atentado recientemente en Venezuela y se encuentra malherido en un hospital de ese país. Caracas asegura que esta versión es una “especulación”.
“Hoy no hay en Colombia ninguno de los cabecillas, grandes capos, que tenía las FARC (...) es un golpe fundamental a los planes que tenían de refundación”, explicó Molano.
Sin un mando unificado, las disidencias suman unos 5.200 militantes repartidos en diferentes regiones del país, según la ONG Indepaz, y se financian principalmente del tráfico de drogas y la explotación ilegal de oro y otros minerales.
La mayoría (85%) son nuevos reclutas que nunca estuvieron en la extinta organización rebelde, según la misma fuente.