La presión internacional permitió que el Gobierno sirio aprobara el últio jueves la entrada de ayuda humanitaria, Sobrevivir en una zona de guerra entre las fuerzas del régimen de Bashar al-Ásad, ha llevado a más de 42 mil personas a desplazarse a la ciudad siria de Manaya. Del total de la población, relegada bajo sitio, la mitad son menores de edad y corren el riesgo de morir de hambre, según informó Unicef. PUEDES VER: Peña Nieto sobre recaptura de 'El Chapo': "México demuestra capacidad para superar las amenazas" La ONG Médicos Sin Fronteras informó que al menos 23 personas habrían muerto por desnutricion, de las víctimas 6 serían niños. En tal sentido, Christoph Boulierac, portavoz del organizasmo de las Naciones Unidas, no confirmó ni desmintió la información propalada. Desde hace seis meses la comunidad de Manaya se encuentra asediado por Gobierno de Bashar al-Ásad y el grupo chií libanés Hizbulá. El régimen no ha permitido el apoyo humanitario de organizaciones no gubernamentales. "El uso de la hambruna como arma de guerra está prohibido por la ley humanitaria internacional, de probarse el intencionado, podría ser un crimen contra la humanidad", aseveró el representante de Unicef.