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¿Cuándo es y por qué se celebra el Día del Boludo en Argentina?

Argentina homenajea a esta palabra que se ha convertido muy significativa y es muy usada.

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En Argentina celebran el día del boludo, homenaje que nació en 2009. Foto: composición LR/Pixabay/EFE

Cada 27 de junio en Argentina se celebra el Día Nacional del Boludo, fecha con gran significado para el país sudamericano debido a que se ha convertido en una palabra muy representativa y usada en el día a día. Aunque en un principio tuvo una connotación peyorativa, desde hace años el concepto ha derivado en un adjetivo cariñoso.

¿Cuál es el significado de boludo?

En el país, la palabra boludo es coloquial y puede tener diferentes significados que dependen del contexto y la intención con que sea usada. Muchas veces se utiliza como un término despectivo o insultante para referirse a alguien ingenuo o tonto. No obstante, es importante destacar que su uso puede variar y tener connotaciones más ligeras o amistosas de acuerdo al tono.

En otros casos, se utiliza de manera afectuosa entre amigos como una expresión informal sin que esto quiera ofender. Es importante recalcar que, como en cualquier idioma, es importante tener cuidado con el uso de las palabras informales de acuerdo al contexto y con quién se use.

Por ello, cada 27 de junio se celebra el Día Nacional del Boludo, como recordatorio de la palabra que nació en 2009 tras una campaña viral de una agencia de marketing.

¿Qué significa boludo, según la RAE?

La Real Academia Española (RAE) describe boludo como alguien “necio” o “estúpido”. Asimismo, varios investigadores coinciden en señalar que la palabra se origina en las luchas por la independencia nacional.

Durante la guerra contra el imperio español solía haber entre las líneas de fuerzas patrióticas grupos criollos muy diestros a la hora de lanzar bolas o boleadoras contra los jinetes reales.

Esta “profesión” derivó en la palabra “boludo”, pero con el paso del tiempo la palabra se transformó y los boludos pasaron a ser aquellos que estaban próximos a la línea del fuego, lo que da a entender que eran “tontos” y estaban expuestos a herirse o morir.