A finales del 2020, luego de su derrota en las elecciones presidenciales contra el demócrata Joe Biden, el entonces mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, presionó al gobernador de Arizona, el republicano Doug Ducey, para que este anulara el triunfo de su contrincante. Así lo informaron tres distintas fuentes al diario The Washington Post.
De acuerdo con el medio, además de exigirle que buscara supuestas evidencias de fraude en los comicios, Trump también le encargó a su vicepresidente, Mike Pence, que forme parte de estas presiones. A pesar de los pedidos, este no le respondió.
Donald Trump, exmandatario de Estados Unidos, y Mike Pence, su entonces vicepresidente. Foto: AFP
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Como se recuerda, Trump perdió en el estado de Arizona frente a Joe Biden por apenas 11.000 votos, por lo que intentó cambiar los resultados denunciando un supuesto fraude que nunca pudo demostrar. Pese a los múltiples recuentos solicitados por el entonces presidente, el 30 de noviembre de 2020 se certificó su derrota.
En dicha fecha, cuando Ducey estaba oficializando el resultado en vivo, distintos medios captaron que fue interrumpido por una llamada telefónica que terminó por colgar. Algún tiempo después, admitió que era Trump quien había intentado comunicarse con él.
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En las elecciones presidenciales de 2020, Trump perdió en el estado de Arizona por solo 11.000 votos. Foto: AFP
Por su parte, un portavoz del gobernador, señaló que este defendió los resultados de la elección de 2020 en Arizona, los certificó y dejó claro que esta daba espacio a que se presentaran demandas creíbles y respaldadas por evidencia. Sin embargo, nunca se mostró ninguna.
Conforme con un donante republicano, que prefiere mantener su identidad en secreto, Duncay habló sobre la presunta presión durante una comida. Incluso, se llegó a mostrar sorprendido de no haber sido llamado a declarar en la investigación que lidera el fiscal especial Jack Smith sobre el intento de Trump de anular su derrota.