En Chile se comenzó a consignar nacionalidad al delito. Los 'otros' señalados son los inmigrantes que "provocaron" una ola delincuencial "sin precedentes". Con un presidente desaprobado por el 65% de sus nacionales, según la última encuesta de Cadem, los nostálgicos dictatoriales vuelven a pensar en el 'orden' que tuvo el país durante 17 años con Augusto Pinochet. La derecha chilena, que ganó holgadamente la convención constitucional, encuentra en el ejemplo represor de Nayib Bukele las añoranzas perdidas con la elección de Gabriel Boric.
En entrevista con el diario español El País, la escritora Isabel Allende contextualizó la visible inconformidad de su pueblo: “En Chile ahora la gente está añorando a un Bukele. Yo digo: tengan cuidado. Eso fue Pinochet. Había seguridad en esos tiempos. Pero la inseguridad y el terror venían del Estado, no del criminal que anda por la calle”.
Allende recibió el Premio Nacional de Literatura de Chile en 2010. Foto: La República
A juicio de la familiar del irrepetible Salvador Allende, ejemplo moral de la izquierda continental, en Chile son "muy racistas. Allá lo llamamos clasismo, pero la clase viene determinada por el color. También en países como Brasil. ¿Me vas a decir que allí la clase no está determinada por la raza? ¡Claro! En Colombia también. ¿Quiénes manejan el país? Los de descendencia europea”.
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Sobre el señalamiento a la migración como un problema de seguridad pública cuando es un asunto humanitario, comentó: "Hay toda una campaña para aterrorizar a la gente. Es verdad que hay más inseguridad que antes, pero comparado con cualquier otro país, Chile no es particularmente inseguro. Es un país estable, que presenta muchas oportunidades. No había problema con los inmigrantes hasta que empezó la delincuencia y resulta que han pillado a varios venezolanos. Entonces, les echan la culpa".