A la noche del pasado 18 de mayo, Casey Rivara (41) vio cruzar por la autopista a una familia de patos en Rocklin, California, Estados Unidos. No dudó en bajarse de su automóvil para ayudarlos, haciéndoles ademanes con los brazos, pidiéndoles celeridad.
Estaba siendo aplaudido por los vecinos de Park Drive y Stanford Ranch, a unas 25 millas al noreste de Sacramento, cuando, aproximadamente a las 8.15 p. m., una chofer joven (17) lo arrasó.
Un testigo de 12 años presenció la escena. "Se bajó del auto y estaba espantando a los patos y todo el mundo lo aplaudió porque estaba haciendo algo muy bueno. Los ayudó a subirse en la curva, porque los patitos pequeños estaban pasando trabajo (para subir a la acera) y nos pasó por delante de nuestro auto", contó a la Policía de Rocklin.
La esposa de Rivara se conmovió con las muestras de apoyo hacia su difunto marido. Angel Chow declaró: "Queremos expresar nuestro agradecimiento de corazón a todos por sus gentiles mensajes y gestos de bondad. Es realmente conmovedor escuchar cómo Casey impactó positivamente sus vidas, y estamos extremadamente agradecidos por ello".
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El capitán de la policía del Estado, Scott Horrillo, informó que la investigación contra la joven conductora continúa, pero la probabilidad de imputarle cargos penales es poca.