Egipto. Agencia oficial declaró "clínicamente muerto" a ex presidente, pero allegados afirman que está vivo. Islamistas rechazan prerrogativas a Consejo de las Fuerzas Armadas., Agencias. El Cairo/ El ex presidente egipcio Hosni Mubarak se encuentra en un crítico estado de salud, aunque circulan informaciones contradictorias sobre su situación, después de que la agencia oficial egipcia de noticias Mena lo declaró "clínicamente muerto". La televisión estatal informó que en breve será difundido un comunicado oficial sobre el estado del ex mandatario. Fuentes médicas dijeron a Mena que Mubarak, de 84 años, fue trasladado a un hospital militar en El Cairo desde la prisión de Tora, donde cumplía una condena a cadena perpetua por la muerte de manifestantes durante las protestas que acabaron con su mandato en febrero de 2011. Las fuentes agregaron que el corazón del ex presidente se detuvo después de que fracasaran los esfuerzos de reanimación con electrochoques. Sin embargo, el abogado de Mubarak, Farid al Dib, dijo a la televisión egipcia que el ex presidente no ha muerto aún y que los médicos han conseguido mantenerlo con vida. Mientras, una fuente cercana señaló a la edición digital del diario "Al Ahram" que Mubarak está "técnicamente todavía vivo" y negó las informaciones que apuntan a su muerte. Mubarak sufrió una trombosis cerebral y fue atendido de urgencia en la penitenciaría por dos médicos que intentaron, sin éxito, durante dos horas, eliminar el coágulo, por lo que fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de las Fuerzas Armadas de Maadi. Desde su ingreso a Tora, tuvo que ser atendido de emergencia en varias ocasiones por recaídas. El anuncio de la degradación del estado de salud de Mubarak se produce cuando miles de egipcios se manifiestan en la plaza Tahrir para denunciar el "golpe constitucional" de los militares en el poder, que acaban de arrogarse amplias prerrogativas que les permite controlar el país sea cual fuere el resultado de la elección presidencial. Los protagonistas de la elección que culminó el domingo, el candidato de los Hermanos Musulmanes Mohamed Mursi, y el ex primer ministro de Mubarak, Ahmed Shafiq, aseguran, cada cual por su lado, haber ganado los comicios cuyos resultados oficiales se conocerán el jueves. Las manifestaciones fueron convocadas por organizaciones juveniles y por la cofradía islámica de los Hermanos Musulmanes, primera fuerza política de Egipto y rivales históricos de los militares que dominan el sistema desde la caída de la monarquía en 1952. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, en el poder desde la caída de Mubarak, anunció el lunes su voluntad de entregar el Ejecutivo al futuro presidente antes de fin de mes. Pero mantendrá el Poder Legislativo y controlará otros sectores en nombre de "un equilibrio de poderes". Claves La disputa entre las dos partes ocurre a dos días del anuncio oficial de los resultados de la presidencial egipcia, que dividió profundamente al país y que hace temer nuevas tensiones. El candidato de los Hermanos Musulmanes proclamó el lunes su victoria con 52% de los votos. Pero los partidarios de Shafiq aseguran que este encabeza los resultados provisorios y acusan a los islamistas de tratar de "robar" la presidencia.