VICTORIA SOCIALISTA. El presidente electo mostró su "orgullo" de celebrar la victoria en el mismo lugar en el que hace 31 años François Mitterrand gozaba por la victoria. Sarkozy reconoció su derrota y la justificó diciendo que hizo todo lo posible para proteger a los franceses, en alusión a su política de austeridad.,Hollande derrota a Sarkozy y es el nuevo presidente de Francia,Hollande derrota a Sarkozy y es el nuevo presidente de Francia,Hollande derrota a Sarkozy y es el nuevo presidente de Francia,Miguel Mora Diario El País (España) La izquierda europea ha renacido este 6 de mayo en Francia. François Hollande, de 57 años, será el próximo presidente de la República tras confirmar los pronósticos e imponerse con el 51,67% de los votos a Nicolas Sarkozy, que sumó un 48,33% –al 99% escrutado– con una participación al 81,5%. El anunciado triunfo de Hollande, un hombre sereno y tocado por el don de la ironía pero sin experiencia de gobierno, abre una nueva etapa tanto en Francia como en Europa, y pone fin al agitado reinado de Sarkozy, que durante cinco años ha presidido el país con su peculiar estilo, entre el personalismo y la hiperactividad. Apenas 20 minutos después del cierre de las urnas, el líder de la derecha compareció ante cientos de seguidores, asumió con elegancia "la responsabilidad de la derrota" y anunció que ahora será "un francés más entre los franceses". "El cambio empieza ahora. La austeridad no puede ser una condena", proclamó por su parte Hollande. El socialista ha anunciado su intención de renegociar con Berlín el rígido tratado de austeridad. Con su calma proverbial, el líder socialista pronunció el discurso de la victoria a las 21.20 en la plaza de la catedral de Tulle, el pueblo del que es alcalde (en el centro-sur del país) y donde pasó su jornada de gloria recibiendo besos y abrazos de los lugareños. Lo primero que hizo fue enviar un “saludo republicano” a Sarkozy. Luego dijo que “el cambio tiene que estar a la altura de Francia”, prometió “ejemplaridad institucional”, y con un toque de lirismo, invitó a los franceses a “sobrevolar las estrellas” y cumplir “el sueño francés del progreso”. Hollande reiteró que sus prioridades serán la igualdad, la juventud, la justicia social, la educación, “y la reorientación de Europa hacia el crecimiento y el empleo”. “La austeridad no puede ser una condena”, proclamó. “Esa será mi misión, dar a la construcción europea una nueva dimensión. Y se lo diré cuanto antes a los socios europeos y a Alemania”, dijo, ante el discreto entusiasmo de las masas. Su asesor especial Jean-Marc Ayrault, alcalde de Nantes y previsible futuro primer ministro, dijo que “la clave ahora será recuperar a Europa, reorientarla hacia el crecimiento, la competitividad y la protección”. A sus 57 años, padre de cuatro hijos y compañero sentimental de la periodista Valerie Trierweiler, Hollande se convierte en el segundo presidente de izquierdas de la V República —tras su mentor François Mitterrand, que lo fue entre 1981 y 1994—, y devuelve al Partido Socialista a lo más alto del Estado francés tras 17 años de poder conservador. “Seré el presidente de todos los franceses, seremos una sola Francia, una sola nación reunida ante el mismo destino”, dijo. “Todos tendrán los mismos derechos y deberes, nadie será discriminado”. Fiesta en la Bastilla Su histórica victoria fue anticipada por la euforia de miles de seguidores socialistas que empezaron a echarse a las calles con banderas en París hacia las seis de la tarde, al olor de los primeros sondeos favorables difundidos en Bélgica y Suiza y que corrieron como la pólvora por Twitter. En la calle Solferino y en la plaza de la Bastilla el ambiente era de euforia y alegría. La gente cantaba la Marsellesa, gritaba “Sarkozy lárgate”, y apelaba al eslogan de la UMP: “2012, la Francia fuerte es la Francia de izquierda”, informa Ana Teruel. Justo después, en la Bastilla, un padre le decía a su hija: “Le hemos vencido”. A las once y media de la noche la fiesta era total en la plaza de la Bastilla y los alrededores. Miles de personas que esperaban la llegada de Hollande agitaban banderas, saltaban y gritaban 'Sarkozy, c'est fini'. Había gente de todas las razas y edades, la Francia multicultural, abierta y festiva, pero la mayoría eran jóvenes que no habían nacido cuando se produjo el último triunfo de un socialista en unas presidenciales, hace 24 años. En medio de la algarabía, una joven economista española, llamada Gabriela, agitaba una bandera española y gritaba "Viva ZP", cumpliendo así su pequeña venganza contra Sarkozy, que convirtió a la España socialista en la diana preferida de su campaña. Cuando Hollande llegó a la plaza fue el delirio. El líder socialista dijo: "He escuchado vuestra voluntad de cambio. Soy el presidente de la juventud de Francia. En todas las capitales hay pueblos que gracias a nosotros tienen esperanza y quieren terminar con la austeridad. Mensaje para Europa Hollande sabe que su victoria se ha asentado en el rechazo popular hacia el presidente saliente y en los embates de la crisis. Pero su victoria tiene un relevante componente europeo, en un país de fuerte pulsión antieuropeísta, y puede ser leído como un mensaje contra la austeridad ciega impuesta por Alemania en los últimos tiempos. En primer lugar, porque supone el abrupto final del directorio conocido como Merkozy, la (falsa) simbiosis entre la canciller Merkel y Sarkozy que ha guiado de forma autoritaria, tardía y errática el timón de la Unión Europea durante el último lustro. Y segundo porque François Hollande ha sido el primer político del continente que ha rechazado formalmente la línea de rigor fiscal sin crecimiento. Después de su victoria parcial en el primer turno, Merkel, la Comisión Europea y el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, se han apresurado a asumir algunas de sus tesis, si bien con matices distintos. Berlín sabe que ahora la segunda economía de la zona euro tiene un Gobierno socialista. Pero la superioridad económica alemana y el ánimo desconfiado de muchos de los votantes de Merkel hacen difícil pensar que Francia será capaz de equilibrar la balanza. Claves La canciller alemana Angela Merkel llamó por teléfono al futuro presidente de Francia François Hollande y le invitó a ir a Berlín en cuanto haya asumido su cargo para desarrollar una fructífera y estrecha cooperación. Por su parte, el primer ministro británico David Cameron hizo lo propio al felicitar la victoria del socialista y le expresó su deseo de trabajar con él y consolidar la "relación cercana" entre el Reino Unido y Francia. Mariano Rajoy, presidente del gobierno de España, felicitó también a Hollande por su victoria en las urnas y ha expresado su convencimiento de que ambos desarrollarán una fructífera relación política bilateral y europea. En cifras 51,67% de los votos obtuvo Hollande, mientras que Sarkozy logró el 48,33%. En la primera vuelta el candidato socialista también superó al actual presidente con un 28,6% frente al 27,3%. Según encuestas la izquierda ganará las legislativas La izquierda francesa logrará la victoria en la primera ronda de las legislativas de junio con el 46 por ciento de las intenciones de voto, ocho puntos más que en 2007 y seis más que en el 2002, indica un sondeo del instituto BVA. La conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) perdería en cambio 13 puntos respecto a lo logrado hace cinco años (46%) y 10 frente a 2002, señala la encuesta. La ultraderechista Marine Le Pen lograría por su parte, con el 17% de las intenciones de voto, una cifra similar a la obtenida en la primera ronda de las presidenciales (17,9 %) y su mejor puntuación en unas legislativas, 12 puntos por encima de 2007 y cuatro más que en 2002. La encuesta añade que la primera secretaria del Partido Socialista (PS), Martine Aubry, es la favorita para ser primera ministra, con 37 por ciento de los votos.