Cumbre en Washington. Visita de Hu Jintao dejó entrever el poder del gigante asiático. Barack Obama se lució como anfitrión en la Casa Blanca para agasajar al líder chino. Washington. AP. El poder de negociación del presidente chino Hu Jintao se ha fortalecido desde que visitó Washington en 2006. Puede acreditarlo el crecimiento explosivo de China y las tribulaciones económicas de Estados Unidos. La economía estadounidense todavía es más del doble que la de China, pero la diferencia se está acortando. La economía de EEUU subió 16% entre 2005 y 2010. China la duplicó con creces. No es de extrañar entonces que el envalentonado Hu haya mostrado poca disposición a ceder ante Washington en cuestiones que van desde la divisa china hasta su apoyo a Corea del Norte. Desde su visita anterior, China ha pasado a ser la segunda economía del mundo. Y su creciente influencia es evidente aun en los arreglos de la cena para la visita de Hu: el presidente Barack Obama le ofreció la suntuosa cena estatal que el presidente George W. Bush le negó en 2006. Envalentonada por su éxito, China se resiste a Estados Unidos en una serie de cuestiones. En las conversaciones sobre el clima, por ejemplo, se comprometió a contener las emisiones de gases contaminantes, pero ha rechazado límites obligatorios o un sistema de verificación.